Santo Domingo, República Dominicana.– Una denuncia formal ha sido presentada ante la Fiscalía del Distrito Nacional contra el comunicador Ángel Martínez, acusado de participar en un supuesto esquema de fraude y extorsión que, según los documentos legales, habría durado varios años y movido cantidades significativas de dinero.
La querella fue depositada por los abogados Elim Sepúlveda y Juandy Durán, quienes representan a Sandra Eugenia de la Rosa. La mujer afirma que fue víctima de un elaborado engaño que, de acuerdo con su testimonio, comenzó en el año 2013 y se extendió hasta 2020.
Según la documentación entregada al Ministerio Público, Martínez habría obtenido más de 300,000 dólares a través de promesas que resultaron ser falsas. Entre estas se incluían supuestos vínculos con organismos de inteligencia estadounidenses, como la CIA y el FBI. El comunicador aseguraba tener la capacidad para resolver procesos legales complejos en Estados Unidos, lo que motivó a la señora De la Rosa a enviar dinero de forma periódica.
Durante el periodo señalado, la denunciante realizó cerca de 80 transferencias de dinero en un patrón que, según sus abogados, se mantuvo de forma quincenal por más de siete años. Esta frecuencia fue sostenida, explican los representantes legales, debido a la confianza que Martínez logró generar mediante tácticas de manipulación emocional.
En la denuncia se destaca que el acusado incluso habría fingido padecer una enfermedad terminal como parte de la supuesta estrategia para seguir recibiendo pagos. Este elemento ha sido señalado como una muestra del grado de planificación con que se habría ejecutado el esquema.
Uno de los puntos más señalados en la querella es que parte de los fondos fue transferida a una cuenta bancaria perteneciente al hijo de Martínez. Este dato ha sido incorporado como posible indicio de participación o conocimiento por parte de terceros, aumentando la complejidad del caso.
Los abogados Sepúlveda y Durán califican lo ocurrido como una posible estafa agravada y sostienen que también podría tratarse de extorsión emocional continuada, con características de actuación organizada y propósito ilícito constante.
Actualmente, el expediente se encuentra en manos del Departamento de Atención al Ciudadano del Ministerio Público. De proceder, la denuncia podría dar paso a una investigación formal para determinar la existencia de responsabilidad penal por parte del comunicador y otras personas mencionadas en el proceso.
