Santo Domingo. – Los accidentes de tránsito entre camiones, carros, guaguas, patanas, motores, transeúntes y otros vehículos se hacen presentes cada día en la República Dominicana. Tanto así, que en lo que va de 2025 se registran 1,421 fallecidos y 106,590 lesionados, con una tasa de mortalidad de 12.9 personas por cada 100,000 habitantes, según datos del Observatorio Permanente de Seguridad Vial (OPSEVI) del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre INTRANT.
Altas velocidades, falta de paciencia, poca educación vial, deterioro de las calles y la escasa consideración hacia la vida humana han convertido las principales avenidas del país en auténticas “pistas de carritos chocones”. Esa realidad explica por qué cinco provincias encabezan las cifras de muertes: Santo Domingo (204), Distrito Nacional (136), San Cristóbal (117), Puerto Plata (93) y La Altagracia (90).
Los fines de semana representan el período de mayor riesgo: de los 1,421 fallecidos, 548 ocurrieron entre viernes y domingo, equivalentes al 38.6 % del total. En cuanto a días específicos, el domingo se posiciona como el más mortífero con 366 muertes, seguido del viernes (218), lunes (200), sábado (182), miércoles (165), jueves (153) y martes (137) Los hombres encabezan la lista de víctimas fatales con 83%, mientras que las mujeres representan el 10%. La población joven —en especial entre 20 y 24 años— registra la mayor mortalidad con 131 fallecidos (10.8 %).
Por otro lado, los adultos mayores muestran cifras menores: entre 50 y 54 años hubo 14 fallecidos; entre 55 y 59, diez; entre 60 y 64, diez; entre 65 y 69, siete; y mayores de 70 también forman parte de las estadísticas.
Las horas de mayor riesgo se concentran en la madrugada y la tarde-noche, siendo las 9:00 p. m. la hora más peligrosa. Motoristas Las cifras evidencian que los ciudadanos que se desplazan en motocicletas son quienes más se ven involucrados en accidentes.
Su nivel de vulnerabilidad es extremo: 53.3% de los fallecidos eran motociclistas. Les siguen: automóviles (11.3 %), peatones (11.1 %), vehículos de carga (6.4 %), jeepetas (3.9 %), autobuses (3.0 %), camionetas (2.5 %) y bicicletas (0.2 %).
Autopistas de las muertes
Años tras años, vías principales del país, se han convertido en el escenario favorito para la muerte operar y arrebatarles la vida a miles de personas. Al día de hoy los testimonios y cifras se han encargado de colocar las siguientes autopistas en lugares donde terminan sueños y metas de vidas que pasaron a la historia.
En este año, la autopista Duarte dejó un saldo de 174 muertos, carretera Sánchez 96, autopista 6 de noviembre 30, autopista Las Américas 28, autovía del Este 18, autopista del Nordeste 12, autopista Dr. Joaquín Balaguer 7 y autovía del Coral 6.
Oliver Martínez perdió un brazo y una pierna
A las 7:00 de la noche del 10 de marzo de 2016, un viaje que Oliver Martínez, de 26 años, emprendió rumbo a San Cristóbal para descansar tras una larga jornada, terminó convertido en la peor experiencia de su vida. Mientras se desplazaba en su motocicleta por la carretera Sánchez, otra motocicleta que circulaba a alta velocidad y en vía contraria lo impactó de frente. Esa imprudencia desencadenó una tragedia que lo marcaría para siempre. Su cuerpo salió despedido y cayó al pavimento completamente golpeado.
Uno de sus brazos recibió el mayor impacto, mientras que una pierna sufrió una fractura grave que posteriormente se complicó con una bacteria. Tras años de intentos por salvarla, los médicos tomaron la dolorosa decisión de amputarla. Oliver permaneció un mes completo en cuidados intensivos, luchando entre la vida y la muerte. Al despertar del coma, su madre le relató lo sucedido.
Hoy, aunque depende de una silla de ruedas y carece de extremidades, asegura que le sobran motivos para vivir: su hija Madisson, de cinco meses, y su familia.
Navidad y el aumento significativo de accidentes
Las fiestas navideñas se caracterizan por el disfrute y conmemoración del nacimiento de Jesucristo, las reuniones de familias, juntes de fin de año y festejos en víspera de año nuevo, sin embargo, para muchas familias la Navidad se vuelve gris con la pérdida de un familiar.
Diciembre ha sido marcado por fuertes accidentes que llegan para arrebatar a miembro de familias que no disfrutará de la ultima cena o podría ser su última.
El año pasado, el luto visitó varios hogares con el deceso de un ser querido por accidente de tránsito. Los datos señalan una cantidad de 227 fallecidos en el mes de diciembre. El registro revela que para Navidad y año nuevo de 2024 hubo un total de 15 accidentes de
tránsito, 12 motocicletas involucradas en incidentes, dos vehículos livianos y un atropellamiento.
Percepción ciudadana
A través de una encuesta realizada en Instagram, los usuarios atribuyeron las altas tasas de accidentes a la imprudencia ciudadana, la falta de educación vial, el uso de celulares al conducir y la ausencia de un régimen real de consecuencias. “El desespero y los vehículos de dos gomas que andan como locos”, dijo el joven Engel José Díaz.
Mientras que Danilsy Sánchez expresó: “La imprudencia la gente siempre vive como con el tiempo arriba. Me estresa conducir aquí”. Ante la evidencia de un sistema vial desequilibrado, se hace necesaria una intervención que aborde las debilidades que ponen en riesgo la vida humana y que cobran miles de vidas cada año.
Charlas, planes preventivos, educación vial masiva, un régimen de consecuencias efectivo, leyes estrictas y la creación de conciencia ciudadana serían pasos clave para transformar esta realidad. Hasta el momento, República Dominicana continúa figurando entre los países con mayor tasa de accidentes a nivel mundial, una alerta que debe ser analizada con urgencia.
Es posible que se cure el mal
Conforme a todos los detalles que evidencia el desequilibrio nacional en el tránsito, sería justo una intervención que ponga sobre la mesa las debilidades que pone en riesgo la vida humana, provoca accidentes en todos los niveles y cobra miles de vida anualmente.
Charlas, planes preventivos, educación vial poblacional, régimen de consecuencias, leyes estrictas y la implantación de conciencia, serian puntos clave para cambiar esta realidad que vive la nación.
Hasta el momento, la República Dominicana ha sido registrado como uno de los países con mayor tasa de accidentes a nivel mundial, levantando así una alerta digna de ser analizada principalmente por las autoridades y toda la ciudadanía.