Santiago.- Los constantes abusos policiales en la ciudad de Santiago aumentan a todo vapor y han convertido esta ciudad en una verdadera casa de terror y temor para sus residentes y visitantes. En esta ocasión, la noche de este domingo, estuvo entre los afectados y maltratados el honorable y ejemplar presidente de la prestigiosa Asociación de Baloncesto de Santiago (Abasaca), el destacado deportista José Luís Aracena.
No es un secreto para nadie que Santiago, en los últimos meses, se ha convertido en una de las ciudades más inseguras del país, y no precisamente por el accionar de los llamados delincuentes, sino por las actuaciones policiales que cada día incrementan el maltrato hacia los ciudadanos, incluyendo personas serias y reconocidas figuras del deporte.
El señor José Luís Aracena se ha caracterizado por ser un defensor del trabajo que, según su criterio, realiza de manera ejemplar el general de la Policía con asiento en Santiago, Juan Bautista Jiménez Reynoso. Sin embargo, en esta ocasión le ha tocado vivir en carne propia la realidad de la irresponsabilidad de algunos miembros de esa institución, la cual debería velar por el orden y la seguridad ciudadana, pero que en estos momentos actúa en sentido contrario.
Aracena resultó afectado la noche de este domingo junto a varias personas en su comunidad natal, El Congo, mientras supervisaba que todo transcurriera con normalidad durante la celebración del título de campeón del equipo Team El Congo, ganador de su tercer campeonato del TBS celebrado en esa comunidad. Este domingo realizaron su merecida caravana y fiesta de celebración bajo un ambiente de orden y alegría, pero lamentablemente la Policía aportó el desorden al lanzar bombas lacrimógenas y, según informaciones, hasta realizaron disparos al aire.
Ese mismo día, en el sector San Lorenzo, en Santiago Oeste, varios agentes policiales irrumpieron en una cancha de baloncesto y, de manera irresponsable, detuvieron a varios jóvenes, incluyendo jugadores del evento, lo que provocó la suspensión del partido.
Al parecer, Santiago no tiene dolientes, pues mientras aumentan las denuncias por maltratos policiales, dicha institución continúa incrementando sus acciones abusivas en contra de la sociedad.
