
Ciudad de Panamá.- Sectores populares rechazaron hoy la llegada a Panamá de militares de Estados Unidos con el supuesto objetivo de participar en adiestramientos conjuntos en defensa de la seguridad del Canal.
El arribo de los uniformados, a saber infantes de Marina, con base en Camp Lejeune, Carolina del Norte, tiene lugar en medio de masivas protestas contra la Ley 462 de la Caja del Seguro Social, y también en rechazo a un convenio firmado en abril que permite utilizar bases aéreas y navales panameñas para «entrenamiento» por un período de tres años prorrogables.
Enfrentamientos con la Policia
Los militares desembarcaron cuando son más violentos los enfrentamientos de la Policía con indígenas en Arimae (Darién) y luego de más de seis semanas del bloqueo de carreteras por el sector bananero y comunidades en la noroccidental provincia de Bocas del Toro.
Para algunos analistas, las alarmas se encendieron aún más luego del anuncio por parte de La Policía Nacional a través de su cuenta de Instagram que recibió reportes de una turista norteamericana retenida en el sector de Alto del Guabo en territorio bocatoreño.
Según un reporte de la embajada de Estados Unidos en el istmo, Panamá debe aprobar la entrada de todo personal estadounidense que ingrese al país de manera rotativa y no permanente.
«A través de la ampliación de nuestra alianza en seguridad, trabajaremos aún más estrechamente para combatir el crimen y el narcotráfico transnacional, al tiempo que garantizamos las operaciones ininterrumpidas del Canal», agrega esa nota diplomática.
Asunto sensible
La presencia militar estadounidense es un asunto sensible en Panamá, pues evoca la época en que el país norteamericano tenía un enclave con bases antes de entregar la vía interoceánica el último día de 1999, gracias a los Tratados Torrijos-Carter(1977).
En abril pasado, Panamá firmó el acuerdo de seguridad bajo las presiones del presidente Donald Trump, quien amenaza con recuperar el canal bajo el argumento de que está bajo influencia de China.
La firma del llamado Memorando de Entendimiento, entre el ministro de Seguridad Frank Abrego y el secretario de Defensa, Pete Hegseth, con la presencia del presidente de la República, José Raúl Mulino, ha generado protestas de sindicatos de constructores, gremios docentes y originarios, entre otros.
Todos consideran que «viola la soberanía» nacional y es el regreso de manera encubierta de las antiguos enclaves militares.
Ubicaciones autorizadas
De acuerdo con el diario La Estrella de Panamá, el acuerdo indica las ubicaciones autorizadas para la presencia estadounidense, entre ellas la Base Aérea Teniente Octavio Rodríguez del Servicio Nacional Aeronaval ubicada en Panamá Pacífico.
También menciona la base aeronaval almirante Cristóbal Colón, conocida como Base Naval de Sherman; y dos navales en esta capital, la Vasco Núñez de Balboa y la Capitán de Fragata Noel A. Rodríguez, antigua base Rodman.
El pacto establece que el personal y los contratistas estadounidenses podrán utilizar las ubicaciones autorizadas, las instalaciones y áreas designadas para impartir entrenamiento, realizar actividades humanitarias, llevar a cabo ejercicios, visitas, almacenar o instalar propiedad del norteño país y cualesquiera actividades de otro tipo, conforme lo decidan mutuamente los participantes.
Para los colectivos de manifestantes, en esta ocasión se trata de operaciones encubiertas y contrainsurgentes en un país cuyo gobierno es servil a Washington, por eso trae a criminales a apagar la insurrección a cambio de migajas de las riquezas del saqueo de sus recursos, denuncian.