
Con gran tristeza, la comunidad de El Cajuilito recibió hoy la noticia del fallecimiento de la joven Ehira Mical Mateo Maldonado, una madre, hija, esposa y amiga muy querida por todos los que la conocieron.
Ehira Mical partió antes de tiempo, dejando un profundo vacío entre familiares, amigos y vecinos que compartieron con ella durante su vida. Fue una joven cristiana ejemplar que irradiaba alegría y luz propia en cada lugar donde se encontraba.
Muchos la recuerdan como una mujer alegre, cercana y llena de fe. Desde la infancia hasta la adultez, compartió con muchos en la comunidad, estudiando y creciendo al lado de quienes hoy lamentan su ausencia.
“No hay palabras suficientes para describir lo que familiares, amigos, allegados y conocidos estamos pasando”, expresó uno de los mensajes compartidos tras conocerse la noticia.
La comunidad se une en oración y consuelo, reconociendo que, aunque duele profundamente, “morir en Cristo, es ganancia”. Con esa esperanza, los corazones buscan fortaleza en la fe y en el recuerdo de una vida que tocó muchas otras.
Ehira Mical deja un legado de amor, dedicación a su familia, compromiso cristiano y ejemplo para quienes la conocieron. Su memoria permanecerá viva entre quienes compartieron su camino.
En este difícil momento, se extienden muestras de apoyo y solidaridad a sus seres queridos. Amigos, hermanos en la fe y vecinos del Cajuilito se han unido al dolor que embarga a su familia.
Hoy, en medio del luto, resuena la certeza de que Ehira fue una mujer de fe, cuyo recuerdo será una guía para quienes la amaron. Su ejemplo como madre, esposa, hija y amiga permanecerá imborrable.
Que Dios brinde consuelo a su familia y fortalezca sus corazones ante esta dolorosa pérdida. Ehira Mical será recordada con amor, luz y gratitud por todo lo que fue y representó en vida.