Anthony Joshua redescubrió la fascinación por propinar un golpe de nocaut. De paso, finiquitó uno de los últimos trámites antes de una pelea de unificación entre británicos que parece ya uno de los mayores sucesos deportivos de 2021.
Joshua retuvo sus cetros de los pesados, al noquear el sábado en el noveno asalto a Kubrat Pulev, lo cual dejó prácticamente pactado el duelo ante Tyson Fury.
De imponerse a Fury en esa contienda, Joshua sería el campeón indiscutible de la máxima categoría del boxeo.
Joshua había derribado ya en tres ocasiones a Pulev, quien se mostró valiente pero careció de variantes sobre el cuadrilátero. Dos de esas caídas llegaron en el tercer asalto.
En el noveno, el británico descargó un derechazo que envió al búlgaro de 39 años otra vez a la lona.
Pulev no pudo levantarse en esta ocasión, y Joshua levantó el puño derecho para comenzar el festejo. Poco después, surgió la pregunta inevitable de si será Fury su siguiente adversario.
“Me encantaría pelear con quienquiera que tenga el cinturón”, respondió Joshua. “Si es Tyson Fury, que sea Tyson Fury”.
