Un mensaje en un misterioso código desconocido escrito por el criminal apodado Asesino del Zodiaco fue resuelto este viernes tras 51 años de misterio gracias a un equipo de expertos de Estados Unidos, Australia y Bélgica, según reportó el diario The San Francisco Chronicle.
El FBI confirmó estar al tanto del descubrimiento en un comunicado en la red social Twitter. Según dijo la agencia federal, “el caso sigue siendo una investigación en curso”. “Aunque han pasado décadas, continuamos buscando justicia para las víctimas de estos crímenes brutales. Debido a la naturaleza en curso de la investigación y por respeto a las víctimas y sus familias, no brindaremos más comentarios en este momento”, añadió.
Cinco personas murieron apuñaladas o asesinadas a tiros en el norte de California en 1968 y 1969, y durante años su presunto asesino envió cartas y criptogramas burlándose de la policía y la prensa. Nunca fue atrapado. Fue apodado Asesino del Zodíaco porque algunos de sus criptogramas incluían referencias y símbolos astrológicos.
El texto descodificado este viernes, según reporta el San Francisco Chronicle, dice: “Espero que se estén divirtiendo mucho tratando de atraparme… No le tengo miedo a la cámara de gas porque me enviará al paraíso mucho antes, pues ya tengo suficientes esclavos para trabajar para mí”.
Los investigadores confiaban en que el mensaje secreto revelara la identidad del asesino, pero no fue así.
Esta es la segunda vez que se descifra un código del Asesino del Zodíaco. El primero, un mensaje largo enviado por fragmentos a los diarios The San Francisco Chronicle, San Francisco Examiner y Vallejo en 1969, fue resuelto por un maestro de escuela de Salinas, California, y por su esposa.
Decía: “Me gusta matar porque es muy divertido”.
El Asesino del Zodiaco, que aterrorizó el área de la Bahía de San Francisco, mató a tiros a dos adolescentes en diciembre de 1968 que se habían estacionado en una carretera rural a besarse. Seis meses después, le disparó a otra pareja.
Aunque una víctima sobrevivió ese ataque, su relato no arrojó ninguna pista definitiva. El criminal mató a siete personas más hasta octubre de 1969.
Las autoridades piensan que también pudo haber acabado con otras vidas años antes y después de los crímenes que le fueron atribuidos, en zonas como Napa, California.
A pesar de que nunca fue atrapado, algunos investigadores creen que era Arthur Leigh Allen, un abusador de menores convicto que murió en 1992. Otros expertos forenses consideran que aún podría estar vivo en California.