La abogada de origen dominicano Bianka Pérez fue juramentada la noche de este jueves como jueza de la Corte Suprema para el Distrito Número 12 de Nueva York, lo que equivale en la República Dominicana como un abogado de primera instancia. La juramentación se la tomó el magistrado Rolando Acosta, juez de la División de Apelaciones para el primer Departamento Judicial de Nueva York.
Pérez fue electa el pasado 4 de noviembre como jueza para el 12vo Distrito Judicial de Nueva York (El Bronx), lo que equivale en República Dominicana a un juzgado de primera instancia. La dominicana estará ejerciendo dicha posición por los próximos 14 años.
Aproximadamente 150 personas atendieron la ceremonia virtual, la cual contó con cerca de 50 jueces y oficiales de la rama judicial del estado.
Bianka dijo a Diario Libre USA que su deseo siempre ha sido trabajar para la comunidad, lo que la llevó en 2004 a abrir su propio bufete de abogados, donde ofrecía servicios a personas víctimas de violencia doméstica, negociaciones, manutención, divorcios y otros.
Su carrera inició en el año 1995 cuando trabajaba como secretaria del primer bufete latino, Ginarte, mientras estudiaba por las noches.
Recibió su doctorado en Derecho en la Facultad de Derecho de Nueva York y tiene una maestría de la Universidad de Justicia Criminal John Jay, donde se graduó Summa Cum Laude y está admitida en el Colegio de Abogados de Nueva York, el Colegio de Abogados de Nueva Jersey, el Distrito de Nueva York y los Distritos Sur y Este de Nueva York.
En el 2016 Bianka se convirtió en la primera mujer latina en ser comisionada de la Junta Electoral de Bronx. Forma parte de la junta directiva de la Asociación de jueces latinos y del Colegio de Abogados Dominicanos.
Además, se desempeñó como presidenta de la filial en Nueva York del Colegio de Abogados de la República Dominicana, en 2012 y 2013, y también se desempeñó como parlamentaria del Comité del Condado Demócrata de Bronx.
Los padres de Bianka llegaron a Estados Unidos provenientes de la provincia Santiago, al norte de República Dominicana. Ella cuenta que su primer idioma fue el español porque se lo enseñaron en casa y cada verano la enviaban de vacaciones a casa de sus abuelos.
