Aunque el gobernador Andrew Cuomo (D) y el mandatario Donald Trump (R) se insultan y no ocultan sus diferencias, en el pasado fueron amigos y actualmente una cosa tienen en común: criticar al impopular alcalde (D) de Nueva York, Bill de Blasio.
Ambos han amenazado en las últimas semanas con quitarle fondos a NYC, alegando anarquía, aumento en el crimen, basura acumulada y, ahora, falta de autoridad en los vecindarios que viven un rebrote de coronavirus.
Pero ayer De Blasio desestimó esas amenazas, calificándolas de “fanfarronadas”, provocando una inmediata respuesta de Cuomo: “No me retes”. De nuevo, ambos tuvieron un intercambio de indirectas a través de la prensa, sin encontrarse de frente.
“Estoy muy acostumbrado a fanfarronadas desde Washington y Albany. He escuchado mucho de eso”, dijo De Blasio a los periodistas durante una conferencia de prensa ayer en el Ayuntamiento cuando se le preguntó sobre las amenazas de Cuomo.
“Entiendo las bravuconadas cuando las veo, pero aquí tenemos un trabajo que hacer: proteger a los neoyorquinos. Eso es en lo que me concentro todos los días”, agregó el alcalde.
Cuomo amenazó el miércoles con retener los fondos estatales para las escuelas que sean descubiertas operando en las “zonas rojas” de alto contagio de coronavirus en NYC.
Las cámaras de televisión habían capturado yeshivás activas en el sur de Brooklyn, donde la semana pasada el estado impuso nuevas restricciones, incluido el cierre de escuelas, negocios no esenciales y límites de capacidad en los lugares de culto, generando protestas y demandas de judíos ortodoxos y la Diócesis de Brooklyn.
De Blasio dijo ayer que no se sabrá hasta el domingo si esas restricciones, que requieren un mínimo de 14 días, puedan ser levantado a finales de la próxima semana. Pero poco después, hablando durante su propia conferencia telefónica con los reporteros, Cuomo dijo que sería su decisión como gobernador.
Llamó a la decisión de levantar las nuevas restricciones del coronavirus como “una decisión estatal total” y no municipal.
“Es demasiado pronto para saberlo. Entonces dejemos de jugar este juego en el que los funcionarios locales hablan de cosas sobre las que no tienen autoridad y luego confunden a la gente”, dijo Cuomo en una clara referencia a De Blasio.
Poco antes, el alcalde había usado el mis término al decir a los periodistas que está “profundamente preocupado por la amenaza de una segunda ola [de coronavirus] (…) Mi trabajo es detener una segunda ola, no jugar, no concentrarme en las amenazas”, citó New York Post.