Las autoridades surcoreanas pidieron a los ciudadanos estar más atentos, después de que en Seúl surgieran brotes de coronavirus de una tercera ola, mientras que el número de nuevos casos está cerca de los máximos de hace 9 meses, informa Reuters, citando a la Agencia de Prevención y Control de Enfermedades de Corea del Sur (KDCA).
Este sábado la KDCA informó de 583 nuevos contagios, por debajo de los 629 reportados este viernes, que fue la cifra más alta desde la primera ola de la pandemia. Esta semana promediaron los 487,9, 80 más en comparación con la semana anterior.
El número de personas gravemente enfermas aumentó de 5 a 121. Mientras, este viernes las autoridades de Salud informaron que hay solo 59 camas disponibles para el ingreso inmediato de pacientes graves, las cuales podrían ser ocupadas en menos de dos semanas.
El 24 de noviembre las autoridades impusieron una serie de medidas sanitarias, que se hicieron efectivas a partir del 1 de diciembre por un período de dos semanas. Entre ellas destaca el toque de queda para la mayoría de los establecimientos y tiendas después de las 21:00, y la reducción de las operaciones del transporte público en un 30% por la noche.
En el contexto de la aceleración de la propagación de la enfermedad, este domingo el Gobierno decidirá sobre la necesidad de profundizar en el endurecimiento del régimen sanitario.
Según Lim Sook-young, funcionaria de la KDCA, citada por Reuters, esta ola de contagios es diferente de las dos primeras, que fueron impulsadas por la transmisión a gran escala.
«Los brotes recientes son pequeños, múltiples y se propagan en la vida cotidiana de las personas», dijo. Además, Lim sostuvo que «la ola actual no se limita a un grupo o lugar específico, sino que puede estar alrededor de nuestros hogares, familiares y conocidos».
Los datos de la Universidad Johns Hopkins indican que Corea del Sur no figura entre los primeros 90 países más afectados por la pandemia, contabilizando hasta la fecha 36.915 casos positivos y 540 muertes.
