Svetlana Dali, ciudadana rusa de 57 años que logró burlar varios controles de seguridad y viajar sin pasaje en un vuelo de Delta desde el aeropuerto JFK a París, llegó de vuelta deportada a Nueva York, luego de que las autoridades francesas le negaran su pedido de asilo.
Ahora Dali, quien es residente legal en EE.UU., podría enfrentar cargos federales por viajar como polizona. Al aterrizar el miércoles fue arrestada por el FBI y ayer tuvo su primera comparecencia ante la Fiscalía Federal del Distrito Este de Nueva York.
Dali está siendo representada por los Defensores Federales de Nueva York, organización que auxilia a personas acusadas de delitos federales que no pueden permitirse contratar a un abogado. El defensor Michael Schneider dijo ayer que su delito no fue más grave que “un robo de servicio o saltar un torniquete” y que su cliente afirma que fue envenenada después de aterrizar en París.
“Señalaré para beneficio de la prensa que ella pasó por seguridad… así que no parece haber ningún riesgo de que haya metido algo de contrabando en el avión”, dijo Schneider.
Según la fiscalía, Dali se mezcló con la tripulación de otro avión de Air Europa para colarse en el vuelo 264 de Delta el 26 de noviembre sin tener un pase de abordar, documento que es requerido en varios puntos de control de la Administración de Seguridad del Transporte (TSA) y luego en la puerta de embarque. “La persona pasó por alto dos estaciones de verificación de identidad y estado de embarque y abordó el avión”, reconoció un portavoz de la TSA.
Rodeada por dos funcionarios de seguridad para su viaje de regreso forzado, Dali salió de París a bordo de un vuelo de Delta Airlines desde el aeropuerto Charles de Gaulle el miércoles poco después de las 3 p.m. hora local (9 a.m. ET) y aterrizó en JFK alrededor de las 5 p.m. Desde entonces ha estado recluida en el Centro Metropolitano de Detención (MDC) de Brooklyn.
Así lo solicitó la fiscal federal adjunta Brooke Theodora, diciendo que estaban preocupados por el riesgo de fuga. Allí estará por lo menos hasta hoy viernes para que las autoridades pudieran verificar su residencia.
Dali, quien porta un pasaporte ruso, iba a ser deportada de Francia a EE.UU. el 30 de noviembre. Pero Delta se negó a transportarla porque empezó a gritar, la bajaron del avión y la reprogramaron para un vuelo el miércoles 4 de diciembre.
En una declaración, Delta Airlines dijo que encontró que “la desviación de los procedimientos estándar es la causa principal de este evento”, aunque no entró en detalles sobre los errores.
La mujer logró subir al vuelo en uno de los días de mayor tráfico del año en EE.UU. en vísperas del feriado de Thanksgiving. Sin embargo, el avión que tomó tenía varios asientos vacíos, lo que aparentemente facilitó su acceso sin ser detectada.
Una vez que el vuelo despegó, la sospechosa comenzó a usar los baños traseros por largos períodos de tiempo, lo que llamó la atención de una asistente de vuelo. Al cuestionarla, se confirmó que era una polizona, pues no tenía pase de abordar ni asiento asignado.
La mujer fue detenida cuando el avión aterrizó en Francia el miércoles 27 de noviembre. El capitán anunció que los viajeros tenían que permanecer en sus asientos para que la policía pudiera venir y detenerla.
Luego pidió asilo, que le fue denegado el jueves 28. La misma mujer había solicitado asilo en Francia unos años antes, pero tampoco lo había conseguido, dijeron funcionarios de ese país. Según un comunicado del Ministerio del Interior, “no fue admitida en territorio francés por falta de un documento de viaje válido (visa) y fue colocada en la sala de espera durante el tiempo necesario para su redireccionamiento a Estados Unidos, ya que tenía un permiso de residencia estadounidense vigente”.
Se presume que las personas son inocentes hasta que se pruebe su culpabilidad en un tribunal.