La mayoría nos hemos enfrentado en algún momento a una ruptura sentimental. Cuando esto sucede podemos sentir que el mundo al completo se tambalea. Y es que el impacto emocional de finalizar una relación es innegable e inevitable. Sin embargo, algunas personas no abordan de forma adecuada el proceso de duelo y esto puede llevarlas a conductas tan dañinas como obsesionarse con un ex.
La incapacidad para retirar nuestra atención de quien fue nuestra pareja ahora que ya no lo es es relativamente común. Son muchas las personas que se quedan estancadas en recuerdos, que revisan siempre los perfiles en redes sociales de su expareja o la buscan con la esperanza de retomar la relación.
Todas las anteriores situaciones son nocivas para la autoestima y nos impiden avanzar. Sin embargo, en ocasiones el impulso parece irrefrenable. Comprender por qué sucede y aplicar algunas pautas nos resultará de gran ayuda para salir de ese círculo vicioso.
¿Por qué es tan común obsesionarse con un ex?
Obsesionarse con un ex es algo que ocurre de forma frecuente cuando la ruptura de la relación es reciente. No se trata de debilidad o falta de voluntad. En realidad, existen potentes causas físicas y psicológicas que conducen a ello.
Por un lado, cuando estamos enamorados el cerebro libera sustancias como dopamina, serotonina y oxitocina. Estas activan nuestro circuito neuronal de recompensa y nos producen sensaciones placenteras de euforia y plenitud.
Cuando el vínculo se rompe, este torrente de hormonas cesa, generándonos una suerte de síndrome de abstinencia. Además, el cortisol (la hormona del estrés) comienza a fluir por el organismo causando malestar subjetivo e incluso problemas de salud. Es sencillo comprender que el cuerpo reclame los niveles anteriores de neurotransmisores, impulsándonos para ello a buscar el contacto con la expareja.
Por otro lado, el fin de la relación también implica la destrucción de ilusiones, expectativas y planes a futuro compartidos. Si nuestra identidad estaba muy ligada al rol como pareja de alguien, la ruptura conlleva la necesidad de reconfigurar quienes somos. Todo esto puede resultar aterrador y abrumador, por lo que respondemos tratando de recuperar la seguridad emocional.
Cómo dejar de obsesionarse con un ex
Todo lo anterior sucede y como humanos que somos no estamos libres de experimentar las emociones negativas y desagradables que acompañan al duelo. Sin embargo, hay mucho que podemos hacer.
Dejar de obsesionarse con un ex es, en parte, cuestión de decisión y disciplina. Y para ello las siguientes pautas pueden resultar de gran utilidad.
Acepta la realidad
La primera etapa del duelo suele ser la negación. Sin embargo, es importante no permanecer demasiado tiempo en este estado y aceptar que la relación ha terminado. Continuar pensando que solo ha sido una discusión, que tiene solución o que la otra persona recapacitará y volverá a buscarte solo te estancará y te mantendrá atado a alguien.
Contacto cero
Si la ruptura es reciente es normal que desees permanecer en contacto con tu expareja, saber cómo está o cómo se siente. Sin embargo, practicar el contacto cero, al menos durante los primeros meses, resulta fundamental.
Evitar ver a esa persona, hablar con ella y tener cualquier tipo de contacto. Pero también asegurarte de no estar revisando fotos o conversaciones antiguas y de no buscar sus movimientos en línea.
Se trata de acostumbrar al cerebro a la ausencia de esa persona. Si continuamos avivando su presencia física o simbólica seguimos alimentando y fortaleciendo las antiguas conexiones neuronales. Permítete desengancharte del torrente hormonal que te provocaba.
Resignifica lo ocurrido
Muchas veces nos obsesionamos con una expareja porque nos resulta abrumador aceptar que todo el tiempo, la energía y las ilusiones invertidas han sido en vano. A ninguna persona nos gusta sentir que hemos fracasado.
Por ello, es importante cambiar el modo en que percibimos lo ocurrido y recordar que cada experiencia vivida nos ha enriquecido. Por tanto, todo adquiere un sentido, independientemente de que el vínculo de pareja haya terminado.
Enfócate en ti
Por último, enfócate en ti. Lo más saludable es seguir atendiendo y cultivando el resto de áreas de la vida, incluso cuando estamos en una relación. Sin embargo, esto muchas veces no ocurre y tendemos a centrarnos en exceso en el otro.
Al perderlo podemos sentir un vacío que no sabemos cómo llenar. Y la mejor alternativa siempre reside en comenzar a dedicarnos todo ese tiempo y atención a nosotros mismos. Reencuéntrate contigo y ocúpate de ti y de tus metas.
El esfuerzo de dejar de obsesionarse con un ex merece la pena
Evitar obsesionarse con un ex no es fácil, en especial cuando padecemos de baja autoestima o manteníamos una relación de dependencia emocional. Sin embargo, es una decisión que hemos de tomar y mantener por nuestra salud mental y emocional.
La única persona que permanecerá contigo para siempre de forma indudable eres tú mismo. Por ello prioriza tu bienestar y enfoca tu energía y recursos en trabajar en ti. Agradece el tiempo compartido con la otra persona, perdona y ábrete a las nuevas experiencias y oportunidades que están por venir.