Tzachi Braverman, jefe del gabinete del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, está bajo acusaciones de extorsionar a un oficial de la secretaría militar para manipular las actas de reuniones clave previas al ataque de milicianos palestinos desde Gaza el 7 de octubre de 2023.
Según la radio pública Kan, Braverman habría amenazado al militar con difundir un video comprometido para forzarlo a alterar las actas de dichas discusiones, reseña la agencia de noticias Efe.
El abogado de Braverman, en un comunicado emitido por la Oficina del Primer Ministro, calificó las acusaciones como una grave difamación.
Aseguró que el jefe de gabinete no posee ninguna “documentación sensible” ni ha intentado extorsionar a nadie. “Es una mentira, y una auténtica incitación durante la guerra bajo el disfraz de un reportaje periodístico”, afirmó el abogado.
Filtración de documentos de inteligencia militar
El escándalo se suma a otro controvertido asunto que involucra a la Oficina del Primer Ministro: la filtración de documentos de inteligencia militar.
Netanyahu, al ser cuestionado por ambas situaciones, calificó las investigaciones como una “caza de brujas organizada” y acusó a los medios de propagar noticias falsas mientras lidera la guerra y enfrenta múltiples frentes internacionales.
La grabación mencionada en las acusaciones contra Braverman habría sido capturada por las cámaras de seguridad de la propia oficina de Netanyahu, según Kan.
El canal 13 de televisión israelí, por su parte, reveló que el militar mantenía una relación “inapropiada” con una mujer de su entorno laboral, aunque no detalló si esto formaba parte del contenido de la grabación.
Ya en julio, el periódico Yedioth Ahronoth había denunciado intentos de manipular las actas relacionadas con los preparativos para un “acontecimiento político importante” previo al ataque de Hamas, pero fue el 5 de noviembre cuando la Policía hizo pública una investigación en curso desde hace seis meses sobre el caso.
La investigación sobre la extorsión, que busca esclarecer los intentos de alterar las actas de las reuniones, se complementa con las acusaciones relacionadas con el conocido “Caso de los BibiLeaks”.
En este contexto, Netanyahu enfrenta también acusaciones de manipular información de inteligencia militar, con el fin de influir en la opinión pública sobre un posible acuerdo de alto el fuego con Gaza.
La Fiscal General de Israel, Gali Baharav-Miara, autorizó el viernes 8 de noviembre a las autoridades a investigar directamente a Netanyahu por las filtraciones, aunque ni la Policía ni el Shin Bet se han pronunciado aún sobre el avance de las pesquisas.
Mientras tanto, Eli Feldstein, un cercano asesor de Netanyahu, sigue detenido preventivamente en relación con las filtraciones, y otros cuatro soldados de una unidad de inteligencia permanecen bajo arresto.
En medio de estas polémicas, el portavoz de Netanyahu insistió en que las investigaciones están dirigidas injustamente contra la oficina del primer ministro, y no contra los responsables de las filtraciones.
Según él, han perjudicado la seguridad de Israel y la integridad de las negociaciones con los secuestradores de los rehenes en Gaza.