A finales del mes de octubre, PETA, la organización que lucha por los derechos de los animales, habría enviado una carta al Metropolitan Detention Center (MDC) de Brooklyn, en Nueva York, exigiendo que le sea respetado su derecho a Ghislaine Maxwell, expareja y cómplice de Jeffrey Epstein, de continuar en dicha prisión con su dieta vegana.
Maxwell fue arrestada en julio de este año por múltiples cargos que se le relacionan con delitos de tráfico y abuso sexual de menores y se encuentra en el centro de detención citado anteriormente, sin derecho de fianza.
PETA indicó que pese al historial delictivo de Maxwell, nadie tiene derecho de “acrecentar su sufrimiento” obligándola a comer carne cuando ella llevaba desde hacía tiempo una dieta vegana.
“Independientemente de lo ocurrido con la Sra. Maxwell, nadie debería ser obligado a comer el cadáver de un animal que sintió dolor y miedo y no quería morir”, expresó Ingrid Newkirk, presidenta de PETA, en el comunicado.
Además, la organización se comprometió a que sea quienes le proporcionen los alimentos a Maxwell y a otros reos con el fin de acabar con el sufrimiento de los animales que son sacrificados para consumo humano.
“PETA siempre sugiere formas de salvar a los animales del dolor y el sufrimiento, por lo que abogamos por opciones veganas para todos. Hemos pedido a numerosas cárceles hacerlo”, indicó Newkirk, asegurando que esto también ahorraría muchos recursos económicos al gobierno y por ende, a la ciudadanía.
Según alguien cercano a Maxwell, la mujer habría perdido cerca de 25 libras desde que fue arrestada porque se ha negado en varias ocasiones la comida del centro penitenciario.