La dictadura cubana reconoció este miércoles que durante julio y agosto no logró la estabilidad que deseaba para el sistema eléctrico, mientras persisten los largos apagones diarios en la isla.
En declaraciones a los medios tras inaugurar la III Feria de Energías Renovables en La Habana, el primer ministro, Manuel Marrero, sostuvo sin embargo que en esos meses se consiguió “evitar afectaciones mayores” y que hubo buenos resultados en “el mantenimiento” y la “recuperación” de centrales termoeléctricas.
El sistema eléctrico nacional de la isla se encuentra en una situación muy precaria por la falta de combustible importado y las constantes averías en las centrales termoeléctricas, obsoletas por sus más de cuatro décadas de uso y la falta de inversiones y mantenimientos.
La estatal Unión Eléctrica (UNE) prevé que este miércoles los apagones afecten a cerca del 43% del país de forma simultánea en el momento de máxima demanda, una de las mayores tasas registradas este año, cuando las afectaciones diarias han llegado de forma puntual al 45 por ciento.
Marrero subrayó que el régimen tiene la “voluntad política” de hacer una transición hacia las energías limpias y dejar atrás los combustibles fósiles, de los cuales dependen para poner a marchar sus termoeléctricas.
Según datos oficiales, Cuba consume 8 millones de toneladas de combustibles al año, de los que sólo produce unos 3 millones de toneladas, mientras que el resto debe adquirirlas en el mercado internacional.
China, aliado político clave de Cuba, ha donado en los últimos meses componentes y varios parques fotovoltaicos completos a la isla caribeña.
Al respecto, el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, agradeció la cooperación de Beijing en su plan para instalar hasta 2028 92 parques solares fotovoltaicos con una potencia instalada superior a los 2.000 MW.
“Es un camino largo, se está caminando bien (…) se está avanzando”, matizó tras ser preguntado al respecto por la prensa.
Uno de los mayores apagones de 2024
Los apagones afectarán este miércoles a cerca de un 43% de Cuba en el horario de mayor demanda por la falta de combustible y las averías en centrales termoeléctricas, informó UNE.
Se trata con diferencia de la mayor tasa en seis meses y de una de las mayores en lo que va de año, solo comparable a los picos de afectación de febrero y marzo, cuando se alcanzaron en algunas jornadas puntuales porcentajes del 44 (15 de marzo) y el 45% (12 de febrero).
Actualmente, hay seis unidades de las centrales termoeléctricas terrestres averiadas y 59 centrales de generación distribuida (motores eléctricos) fuera de servicio por falta de combustible (diésel y fueloil), según la UNE.
La empresa, perteneciente al Ministerio de Energía y Minas, pronostica esta jornada una capacidad máxima de generación eléctrica de 1.939 megavatios (MW) para una demanda que llegará a alcanzar los 3.250 MW.
El déficit (la diferencia entre oferta y demanda) será de 1.320 MW y la afectación (lo que se desconecta realmente) alcanzará los 1.390 MW en el denominado “horario pico”, el de máxima demanda, en la tarde-noche.
Los apagones lastran el rendimiento económico de Cuba, que el año pasado se contrajo un 1,9 por ciento. Han sido, además, el detonante de las protestas antigubernamentales de los últimos años, incluidas las del 11 de julio de 2021 —las mayores en décadas—, y las del pasado 17 de marzo en Santiago de Cuba (este) y otras localidades.