El reo Marcellus Willams fue ejecutado el martes por el asesinato de la periodista Lisha Gayle en 1998, a pesar de las objeciones de la familia de la víctima y del fiscal del caso, quienes abogaban por la conmutación de la pena de muerte a cadena perpetua.
Williams, de 55 años, fue condenado en 2001 por irrumpir en la casa de Gayle, ubicada en un suburbio de St. Louis, y apuñalarla repetidamente durante un robo. Sus abogados han planteado dudas sobre la selección del jurado y el manejo de las pruebas en el juicio en los últimos años, lo que llevó a una petición de clemencia basada en el deseo de la familia de Gayle de que la sentencia fuera conmutada.
“La familia define el cierre como el hecho de que a Marcellus se le permita vivir”, se leía en la petición. “La ejecución de Marcellus no es necesaria”.
El hijo de Williams presenció la ejecución desde otra habitación con dos de sus abogados. Sin embargo, ningún otro miembro de su familia estuvo presente.
Durante sus últimos momentos, Williams conversó con un consejero espiritual que lo acompañaba. Movió los pies bajo una sábana blanca y asintió ligeramente mientras el consejero le hablaba, detalló Associated Press. Poco después, su pecho se agitó unas seis veces antes de quedar inmóvil.
Defensa de Williams intentó salvarlo hasta el final
Los abogados de Williams y el fiscal del condado de St. Louis, Wesley Bell, presentaron una solicitud conjunta a la Corte Suprema de Missouri para que el caso fuera remitido a un tribunal inferior para una audiencia más exhaustiva durante el pasado fin de semana.
Se presentaron diversas pruebas de ADN que podrían excluir a Williams como el asesino de Gayle. Pero, la Corte Suprema del estado decidió por unanimidad no detener la ejecución. El argumento se basó en que no se presentaron pruebas claras y convincentes de la inocencia de Williams ni de errores constitucionales en el juicio original.
