En un caso expuesto recientemente en este medio de comunicación, un profesional de la medicina había denunciado públicamente las constantes amenazas de muert3 y acoso por parte de una mujer a quien este identificó como Carla Fitch.
La denuncia fue presentada por medio del programa de El Nuevo Diario TV por el cirujano plástico Juan Stanley, donde indicó que los mensajes alarmantes van dirigidos tanto hacia él como a su familia.
Luego de estas declaraciones, Fitch amplió sus amenazas hacia miembros de dicho medio de comunicación, generando preocupación entre los involucrados.
A través de mensajes enviados por WhatsApp, Fitch lanzó advertencias dirigidas específicamente al director del periódico y a los comunicadores Jaime Ricón, Julio Samuel Sierra y Aneury Ramírez, quienes son parte del programa donde Stanley hizo su denuncia.
En sus mensajes, la acusada exigió la eliminación de la noticia relacionada con las declaraciones del cirujano y amenazó con represalias graves si no se cumplía con su demanda.
La mujer aseguró tener el respaldo de su pareja, quien, según sus palabras, es un «funcionario de alto rango» con poder suficiente para protegerla.
Fitch afirmó que está dispuesta a actuar contra los colaboradores mencionados y que incluso tiene la capacidad para afectar a figuras de alto perfil, llegando a declarar que podría eliminar al «presidente».
En uno de sus mensajes, Fitch expresó su negativa a volver al programa del medio, afirmando: «Ahora están en mi lista negra y no iré a su m4ld1to programa».
Además, Fitch dejó claro que no teme a las consecuencias legales, insinuando que sus conexiones con altos funcionarios y autoridades judiciales le otorgan la capacidad de evitar cualquier investigación en su contra. Con palabras desafiantes, dijo: «Esto no lo resolverá la Fiscalía ni los medios. Esto se resolverá cuando yo mande a m4t4r al doctor Stanley y a su familia«.
La gravedad de las amenazas escaló cuando Fitch incluyó el contacto de denuncias de este periódico en un grupo de WhatsApp llamado «Pasaron a Lista Negra», en el que, según parece, se encuentran otras personas, aumentando el nivel de alerta sobre posibles acciones futuras por parte de la mujer.
A continuación le dejamos las evidencias basadas en las conversaciones: