Otro intento de asesinato contra el expresidente Donald Trump se produjo este mismo domingo en los alrededores de su campo de golf en la Florida, donde las autoridades hallaron un potente fusil AK-47 que, se cree, sería utilizado para disparar contra el exmandatario.
Trump iba saliendo de su campo de golf cuando se escucharon unos disparos hechos por un sujeto que estaba entre unos arbustos. Alguien le tomó una fotografía cuando iba a huir a bordo de un vehículo Nissan negro. Luego, lo detuvieron en una carretera.
Además del fusil, dentro de los arbustos se encontraron dos mochiles y una cámara GoPro, dejados por el detenido, quien todavía no ha sido identificado. La cámara era para grabar su siniestra maniobra.
Al enterarse del incidente, la vicepresidenta y candidata demócrata Kamala Harris dijo que la violencia no tiene cabida en los Estados Unidos. El presidente Joe Biden se siente aliviado porque el nuevo atentado no tuvo éxito.
En tanto, el senador Lindsey Graham dijo que habló con Trump minutos después de lo sucedido, y que el expresidente estaba de buen humor y que a pesar de todo sigue firme con su candidatura.
De inmediato, lo ocurrido trajo a la mente lo que pasó en julio, cuando un jovencito le disparó con un fusil al exmandatario republicano, sin éxito, en Pensilvania. El gatillero fue abatido por agentes de seguridad.