Estados Unidos anunció este lunes que incautó un avión del presidente venezolano Nicolás Maduro en República Dominicana y lo trasladó a Florida, alegando que violó las sanciones estadounidenses.
«El Departamento de Justicia incautó una aeronave que fue adquirida ilegalmente por 13 millones de dólares a través de una empresa fantasma y fue sacada de contrabando de Estados Unidos para uso de Nicolás Maduro y sus compinches», declaró en un comunicado el fiscal general Merrick Garland.
El portal de rastreo de aeronaves Flight Radar 24 mostró que el avión, un jet privado Dassault Falcon 900EX, voló desde Santo Domingo a Fort Lauderdale el lunes por la mañana.
Estados Unidos afirma que a finales de 2022 y principios de 2023 individuos vinculados a Maduro habrían usado una empresa fantasma con sede en el Caribe para ocultar su participación en la compra ilegal del avión.
Venezuela a través del Caribe, y a partir de mayo de ese año voló casi exclusivamente desde y hacia una base militar en Venezuela.
– Crisis política –
El país sudamericano se encuentra inmerso en una grave crisis política desde las elecciones del 28 de julio en las que Maduro fue proclamado ganador para un tercer mandato de seis años.
La oposición afirma que ganó por una mayoría aplastante y que tiene actas de votación para probarlo.
El gobierno izquierdista de Maduro no ha publicado un recuento de votos que legitime su victoria pese a la intensa presión internacional.
«Maduro y sus representantes han manipulado los resultados de las elecciones presidenciales del 28 de julio, han proclamado falsamente victoria y han llevado a cabo una represión generalizada para mantener el poder por la fuerza», dijo un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
La incautación del avión «es un paso importante para garantizar que Maduro siga sintiendo las consecuencias de su desgobierno de Venezuela», añadió.
Estados Unidos, la Unión Europea y varios países latinoamericanos se han negado a reconocer a Maduro como ganador sin antes ver en detalle los resultados de la votación.
La violencia que se produjo en el marco de las protestas poselectorales dejó 27 muertos y al menos 192 heridos.
Desde 2005, Washington ha impuesto sanciones a individuos y entidades de Venezuela «que han participado en acciones criminales, antidemocráticas o corruptas», según un documento del Congreso estadounidense.
«En respuesta a los crecientes abusos de los derechos humanos y la corrupción del gobierno de Nicolás Maduro, en el poder desde 2013, la Administración Trump amplió las sanciones estadounidenses para incluir otras financieras, sanciones por sectores y al gobierno», de acuerdo con la misma fuente.
Caracas aún no se ha pronunciado sobre la incautación.