Una mujer de 35 años fue baleada en la espalda ayer a media tarde en El Bronx (NYC) y aunque los servicios de emergencia la declararon inicialmente muerta camino al hospital recuperó el pulso y fue ingresada en estado crítico.
No está claro el motivo del tiroteo ocurrido frente al edificio 1397 de Franklin Ave., en la sección Morrisania, cerca de las 5 p.m. del jueves.
La víctima no identificada estaba sentada con un grupo de amigos en una esquina en sillas plegables. ABC News obtuvo un video de vigilancia que capturó los momentos frenéticos en los que se escucharon los disparos. “Es difícil saber a partir del video de dónde vinieron los disparos, pero se puede ver a un hombre en la calle agachado detrás de un auto estacionado y a todos los demás corriendo para cubrirse”.
“Sonó como fuego, como si se hubiera disparado una bomba. Eso es todo”, dijo la residente Veronica Clarke. “Estoy sorprendida de que esto haya sucedido justo antes del final del verano”.
Los testigos dicen que después de ser alcanzada la mujer quedó inconsciente y sus amigos intentaron reanimarla, pero no respondía. “Todos empezaron a correr y fue entonces cuando la vi caer al suelo”, afirmó la testigo Marina López. Fue trasladada al hospital St. Barnabas donde permanece en estado crítico.
No se han realizado arrestos ni identificado sospechosos. Quien posea información debe llamar a 1-800-577-TIPS (8477) y en español 1-888-57-PISTA (74782). También a través de la página crimestoppers.nypdonline.org o por mensaje de texto a 274637 (CRIMES), seguido por TIP577. Todas las comunicaciones son estrictamente confidenciales.
La semana pasada Muhamadou Gumaneh, joven conductor de Uber de 27 años, murió baleado también en una calle de El Bronx y su familia cree que él no era el objetivo del pistolero.
La violencia armada es contante en Nueva York y algunas víctimas son alcanzadas al azar en calles, escuelas, el transporte público y negocios. Los enfrentamientos suelen estar vinculados con una batalla entre pandilleros por el territorio y los sospechosos a menudo se incriminan al alardear y publicar sobre sus crímenes en las redes sociales.
En otro caso similar a fines de julio un joven inmigrante trabajador de la cadena Papa John’s murió baleado en la cabeza afuera de su casa en El Bronx mientras planeaba viajar pronto de vacaciones a República Dominicana con su esposa.
