Estados Unidos y sus aliados reiteraron este viernes su pedido a China para que cese su hostigamiento sobre Filipinas, en un momento en el que las tensiones en el mar Meridional han alcanzado un nuevo nivel y representan una de las principales amenazas para el gobierno de Ferdinand Marcos Jr. Estas nuevas advertencias al gigante asiático se produjeron en el marco de un foro que se celebró en Manila junto a diplomáticos de países como Japón y Australia.
“Con el respaldo de un entramado cada vez más interconectado de alianzas y asociaciones, Estados Unidos sigue instando a la República Popular de China a que cese el acoso escalatorio y peligroso de los buques filipinos que operan legalmente en la zona económica exclusiva de Filipinas”, apuntó la embajadora estadounidense en el país, MaryKay Carlson, quien aprovechó también para incluir en su condena el resto de los conflictos que Xi Jinping mantiene en el Indopacífico -como por ejemplo su reclamo por el control de Taiwán- e insistió en que “debe dejar de interferir en la libertad de navegación y sobrevuelo de todos los Estados que operan legalmente en la región”.
“El volumen de la condena de la comunidad internacional es alto, cada vez más alto, y habla de nuestra determinación común de apoyo de las reglas y normas internacionales que nos benefician a todos”, cerró antes de dar paso a la alocución de sus homólogos.
El embajador de Japón, Kazuya Endo, declaró, por su parte, que “como aliados, socios y amigos, nos mantenemos unidos en la navegación por estas aguas inciertas y defendemos los principios fundamentales que salvaguardan nuestras aguas compartidas”, mientras que su par australiano, HK Yu, aseguró que “Filipinas no se enfrenta sola a este desafío… puedo decirles esto: pueden contar con Australia”.
Asimismo, Yu se refirió al episodio del pasado 17 de junio, cuando una flota de guardacostas chino perforó “de forma deliberada” los buques filipinos con cuchillos y objetos puntiagudos, y saquearon las armas que llevaban a bordo, durante una misión de rotación y reabastecimiento de la BRP Sierra Madre en la zona del Second Thomas Shoal. En este episodio, que Manila denunció como “imprudente, agresivo e ilegal”, un marinero resultó gravemente herido.
Es por ello que el diplomático australiano advirtió que las imágenes de aquel lunes expusieron que China encabeza “una escalada con un patrón de comportamiento profundamente preocupante, que amenaza vidas y crea riesgos de error de cálculo” y agravamiento de la situación.
En medio de estos cruces, Washington ha estado impulsando la creación y el fortalecimiento de alianzas de seguridad con aliados en Asia y el apoyo de Marcos Jr., en un intento por disuadir a Xi de continuar con sus actos intimidatorios en la zona. También, el grupo insiste en la necesidad de respetar la sentencia dictada en 2016 por un tribunal de arbitraje de La Haya, que desestimó los reclamos expansionistas de China, basándose en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.
“Seguiremos defendiendo nuestra posición y oponiéndonos a la coerción, la interferencia, la influencia maligna y otras tácticas que pretendan poner en peligro nuestra seguridad”, defendió el asesor de Seguridad Nacional filippini, Eduardo Ano, mientras en las afueras del foro decenas de manifestantes portaban carteles con mensajes como “Fuera China” y “Viva la victoria del laudo arbitral”.
Beijing, sin embargo, se negó a sumarse a dicho arbitraje y, por tanto, desconoce su resultado, al igual que mantiene sus quejas por el apoyo de la comunidad internacional a Manila.