La empresa de servicios financieros Western Union cerró este lunes en Cuba, forzada por las presiones de la administración de Donald Trump, privando a miles de cubanos de recibir remesas de sus familiares en Estados Unidos.
“Gobierno de Estados Unidos: Único responsable de que cesen hoy (lunes) las remesas por Western Union”, tuiteó el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel.
La interrupción de las operaciones de la Western Union cierra las “vías oficiales y más seguras para el envío de remesas” desde Estados Unidos y estimula “la ilegalidad”, dijo el diario Granma, periódico del gobernante Partido Comunista.
El cierre en Cuba obedece a la medida tomada en junio por el departamento de Estado de incluir a Fincimex, contraparte local de Western Union, en una lista de más de 200 empresas cubanas que asegura son gestionadas por militares de la isla, y con las cuales ninguna entidad estadounidense puede tener negocios.
La productora artística Celilia Castiñeira, de 69 años, considera que el cierre de las 407 oficinas de Western Union en Cuba sobre todo al pueblo cubano.
“Los perjudicados somos nosotros, al gobierno (cubano) no le perjudica, bueno puede que algo, pero los perjudicados somos nosotros, los que recibimos dinero de la familia”, declaró Castiñeira a la AFP.
Sin embargo, otros cubanos ven el cierre como algo temporal, pues conocen que el presidente electo Joe Biden ha dicho que las primeras medidas que tomará respecto a Cuba serán la restitución de las remesas familiares y de los viajes de estadounidenses a la isla.
“En enero él (Donald Trump) tiene que irse y entonces esto cambiará”, dijo Franciso Limonta (81), que recibe remesas de sus hijos.
Durante su mandato, la administración Trump ha dictado más de 130 medidas adicionales para reforzar el bloqueo que Washington aplica contra Cuba desde 1962, algunas de las cuales, como la suspensión de remesas familiares, afectan directamente a la población.
Esos envíos de dinero, estimados en unos 3,500 millones de dólares anuales, son un importante sostén para muchas familias en la isla, y la segunda entrada de divisas al país, después de la venta de servicios médicos y por delante del turismo.
El economista Ricardo Torres, del Centro de Estudios de la Economía Cubana, sostiene que “otra vez, sin ser un sustituto perfecto, (…) la apertura del aeropuerto (de La Habana), y la llegada de los vuelos va a ser un alivio en ese sentido, porque el dinero va a venir físicamente”