Diego Figueroa fue arrestado como sospechoso de matar a Johnny Medina anoche durante una discusión en el Metro de Nueva York.
Los oficiales de NYPD acudieron a la estación 175th St de la línea A en Washington Heights justo antes de las 6 p.m. del viernes en respuesta a informes sobre un apuñalamiento. Medina (40) fue trasladado a NYC Health + Hospitals en Harlem donde lo declararon muerto.
Además el servicio en esa estación sufrió interrupciones y retrasos durante unas horas en ambas direcciones mientras la policía de Nueva York continuaba su investigación.
Ambos hombres se conocían. No está claro el motivo de la disputa, que según testigos comenzó en el cercano parque “J. Hood Wright”. Medina era un músico popular y entusiasta de la moda conocido como “J McFly” en la comunidad, dijo su amigo Alberto Frozani.
Durante la pelea Figueroa sufrió un corte profundo en la pierna, dijeron fuentes de NYPD. Cuando se presentó en un hospital cercano para recibir tratamiento los médicos llamaron a la policía, lo que llevó a que fuese interrogado.
Luego fue detenido y ahora enfrenta cargos de homicidio y armas. Todos los cargos son meras acusaciones y se presume que las personas procesadas son inocentes hasta que se pruebe su culpabilidad en un tribunal.
El director de comunicaciones de la MTA, Tim Minton, dijo anoche en un comunicado: “Éste fue un ataque sin sentido que se extendió desde la calle hasta el Metro, y estamos brindando total cooperación en la investigación, con la confianza de que la policía de Nueva York identificará y arrestará rápidamente al perpetrador”.
Desde que asumió el cargo en enero de 2022 el alcalde Eric Adams, ex NYPD, anunció varias veces que se duplicaría el número de agentes de la policía en el caótico Metro de NYC. Pero la violencia ha seguido. Esta semana se reportaron dos ataques sexuales a mujeres de 16 y 50 años en estaciones en Manhattan y ambos sospechosos siguen prófugos.
Este año al menos tres personas han muerto baleadas en el subterráneo. Además, a fines de marzo cinco personas fueron fatalmente arrolladas en el subterráneo neoyorquino en incidentes separados en una alarmante racha de apenas 72 horas en plena Semana Santa.
La gobernadora Kathy Hochul desplegó en marzo 750 guardias nacionales junto con 250 policías estatales y de la MTA para revisar las pertenencias de los pasajeros en las estaciones más concurridas, citando incidentes violentos como el casi fatal corte en el cuello de un conductor del Metro y el trabajador postal arrojado a los rieles a patadas. También una mujer resultó amputada al ser empujada a las vías por su novio hispano.
Luego el plan “Operation Fare Play” anunció que desplegaría unos 800 agentes en las estaciones para abordar la evasión de tarifas y delitos relacionados, lo que indica en teoría un mayor enfoque en la seguridad del tránsito.
Una encuesta divulgada en marzo arrojó que en general los neoyorquinos están insatisfechos con la calidad del transporte público y muchos temen usarlo, alegando preocupaciones por su seguridad. Con frecuencia se reportan hechos delictivos, accidentes, saltos a las vías y retrasos por fallas.