Nueva York – Arturo Massol, director ejecutivo de la organización Casa Pueblo, en Adjuntas, Puerto Rico, consideró que el agravamiento en la crisis energética con los recientes apagones masivos bajo LUMA Energy es prueba de que la privatización del sistema eléctrico en la isla ha fracasado.
En entrevista con El Diario, Massol no solo cuestionó las más recientes interrupciones en el servicio, algunas de las que se extendieron por semanas, sino los efectos en cadena para los abonados de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) sin que el consorcio privado responda por los mismos.
“Yo creo que nos vendieron la privatización como la ruta para resolver el problema energético del país y vamos de mal en peor, como en la ruta opuesta. La privatización que ha sido privilegiada con unas asignaciones de fondos nunca antes vistas para atender y modernizar y hacer lo que tenían que hacer y no cumplen con lo mínimo. No es solamente los apagones; esa seguridad energética también se manifiesta en cambios en voltaje, daños de equipo, como que no saben gobernar ese circuito eléctrico; entonces, vamos de mal en peor con la privatización”, planteó el activista medioambiental.
Massol, quien ha impulsado desde Casa Pueblo un modelo de desarrollo de energía solar comunitario que ha impactado a decenas de hogares y negocios en el referido pueblo de la montaña, argumentó que no hay excusa para la ineficiencia de LUMA.
“Es que las explicaciones para los apagones que se están viendo son falta de mantenimiento, y esa es su responsabilidad, el mantenimiento precisamente de estas líneas….Ahora el problema es un pajarito. Es una cosa hasta ridícula las explicaciones que dan para tratar de justificar su ineficiencia, y si no lo han podido mantener, pues no pueden estar ahí. Otra vez, las asignaciones para mantenimiento que se le han dado a LUMA con la privatización a través de la Junta de Control Fiscal, $800 millones de dólares para mantenimiento que antes no tenía, las asignaciones de FEMA (Administración Federal para el Manejo de Emergencias), eso no lo tuvo cuando era pública la Autoridad de Energía Eléctrica; entonces, es inaceptable. Y para mí lo que demuestra es el fracaso de la privatización, porque primero está la ganancia de la empresa. Tú tienes ahí unos sueldos que el puertorriqueño pegaba el grito en el cielo cuando hablaba de estos sueldos al director ejecutivo (de la AEE); de pronto es 10 veces más alto, y tienen 10 de esos o 15, no sé cuántos vicepresidentes existen”, planteó.
“A nosotros no nos toca resolverle los problemas de la privatización. Si ellos llevaron el contrato, ellos tienen que resolver y dar el servicio que este país necesita; y si no lo saben hacer, que se quiten, o eliminen el contrato. Nosotros no podemos ir ahí a ponerle parchos y tratar de resolverle el problema de la privatización para que se mantengan. Si no tienen la capacidad, LUMA debe salirse, punto”, insistió Massol, quien cuenta con un doctorado en ecología microbiana de Michigan State University.
Miles de millones en fondos federales no han resuelto crisis energética en Puerto Rico
Las autoridades federales han estimado en unos $20,000 millones los fondos asignados a Puerto Rico para la recuperación y modernización de la red eléctrica con la meta de una eventual transición total a energía renovable acorde con la Ley de Política Pública Energética de Puerto Rico (Ley 2017-2019) y el informe PR100 del Departamento de Energía federal (DOE).
Sin embargo, al momento, lo anterior no se ha traducido en los resultados esperados, asunto que también cuestionó Massol.
“Que hayan liberado los fondos o que los hagan más accesibles, ¿qué uno esperaba, que le asignen fondos al país y no se los den?…Si hicieron la asignación es para que se usen, pero para que tengan impacto directo en el desarrollo del país. Si uno mira, estamos ya a cuatro años de eso (liberación de fondos federales), ¿qué ha pasado en estos cuatro años?, no sé, LUMA, el sistema eléctrico privatizado sigue de mal en peor, así que esas asignaciones no han resuelto el problema del país”, expuso.
El contrato de LUMA Energy con el gobierno de Puerto Rico
El 22 de junio de 2020, la AEE, la Autoridad para las Alianzas Público-Privadas de Puerto Rico (AAPP) y LUMA Energy oficializaron el acuerdo para la Operación y Mantenimiento (O&M).
El 1 junio de 2021, LUMA comenzó a operar y administrar el sistema de transmisión y distribución de energía eléctrica en Puerto Rico.
Al momento, la entidad opera bajo un contrato provisional que se mantendrá hasta que se complete el proceso de ajuste de deuda bajo Título III de la AEE con los bonistas. Si la jueza federal Laura Taylor Swain aprueba el plan de reestructuración, las disposiciones del contrato de Luma Energy pasarán a ser permanentes durante 15 años.
Además de los costos de transferencia, el monto total especificado en el contrato, sin considerar los costos por inflación, se compone de una comisión fija de $1,625 millones (comenzando en el primer año con $70 millones y aumentando $105 millones para el último año del plazo inicial), especifica un análisis del Institute for Energy Economics and Financial Analysis (IEEFA) divulgado en el 2020. A lo anterior se suma una cuota de incentivo de $309 millones que comienza el primer año con $13 millones e incrementa a $20 millones para el último año del período inicial.
El cargo de incentivo depende de que LUMA supere una serie de métricas de rendimiento contenidas en el acuerdo, que incluyen satisfacción del cliente.
Esto es aparte del reembolso a LUMA por todos los gastos de transferencia de T&D (transmisión y distribución), gastos de transferencia de generación, mejoras de capital y costos de eventos de interrupción.
De acuerdo con el análisis de IEEFA, el contrato establece una privatización completa y tarifas más altas.
LUMA alega ante Negociado de Energía que necesita más dinero para mantenimiento
Ayer trascendió que el presupuesto de LUMA Energy para el próximo año fiscal no incluye fondos para labores importantes como el mantenimiento de luminarias nuevas (postes) o la mitigación de fuegos, según alegó un representante de la empresa ante el Negociado de Energía de Puerto Rico (NEPR), entidad encargada de regular la industria energética en el territorio.
La supuesta insuficiencia fiscal afectaría el desempeño de la compañía.
“Como operadores, tenemos una amplia gama de riesgos que tenemos que tener en consideración y tomamos eso en cuenta. Puerto Rico tiene un sistema que ha sufrido de falta de inversión y poner ese sistema al día requiere muchos fondos. Afortunadamente, hay fondos federales, pero no son suficientes, por los requisitos que conllevan”, planteó Mario Hurtado, principal oficial regulatorio de LUMA.
Proponen creación de ente público para atajar la crisis
Un día antes, la Alianza de Empleados Activos y Jubilados de la AEE propuso como solución a la crisis que se cancelen los contratos tanto de LUMA Energy como de Genera PR (compañía privada encargada de la generación de energía desde el año pasado), y crear una nueva entidad gubernamental. Al nuevo organismo podrían regresar unos 6,000 extrabajadores que abandonaron la corporación con la llegada de ambas empresas.
La coalición de organizaciones además recomendó un período de transición de un año que servirá, entre otras cosas, para que las compañías privadas discutan con los gremios y demás partes interesadas la transferencia.
El traslado de megatransformador al pueblo de Santa Isabel
Por otro lado, las secuelas de los más recientes apagones continúan en la isla con el traslado de un megatransformador eléctrico a la subestación Useras de Santa Isabel, en la zona sur de la isla. El recorrido se ha vuelto una especie de espectáculo público con actualizaciones por parte de LUMA a diario y múltiples imágenes en redes sociales.
Anoche, personal de LUMA desembarcó el megatransformador que arribó en el muelle de Ponce tras zarpar el día antes del de San Juan.
Al momento, el transformador, con un peso aproximado de 172,000 libras, está siendo transportado, mediante camión, a su destino final, la subestación.
El equipo reemplazará una unidad, prácticamente, obsoleta que experimentó una avería a principios de mes, lo que dejó sin el servicio a unos 10,000 residentes, no solo en Santa Isabel, sino en Coamo y Aibonito. Pocos días después de esta interrupción, otro apagón dejó a más de 350,000 consumidores sin luz en varias regiones debido a fallas en dos líneas de transmisión entre San Juan y Aguas Buenas.
En cuanto a la respuesta por el transformador, en un comunicado enviado el jueves a El Diario, LUMA señaló que la jornada marítima inició a las 5:30 p.m. de ese día como parte de la segunda fase de su traslado hacia el muelle de Ponce. “Actualmente, el transformador ya se encuentra a bordo de la barcaza que lo llevará a la Ciudad Señorial. Esta parte de la ruta pudiera tomar entre 12 a 24 horas y dependerá de las condiciones marítimas y las condiciones del tiempo; la expectativa es que el transformador llegue a Santa Isabel durante el fin de semana”, detalló el comunicado de la entidad.
LUMA señaló además que se ha mantenido en constante comunicación con los municipios de Ponce, Santa Isabel y otros como parte de la logística.
“Actualmente, el transformador ya se encuentra a bordo de la barcaza que lo llevará a la Ciudad Señorial. Esta parte de la ruta pudiera tomar entre 12 a 24 horas y dependerá de las condiciones marítimas y las condiciones del tiempo; la expectativa es que el transformador llegue a Santa Isabel durante el fin de semana”, añadió LUMA.
“El proceso que comenzó a las 9:00 p.m. del miércoles, tomó aproximadamente 6 horas y vio al transformador cubrir unas 15 millas desde la subestación de Buen Pastor en la carretera PR-1 hacia el muelle de San Juan, desde donde será trasladado a una barcaza para continuar su rumbo hacia el sur por vía marítima. La prioridad para LUMA es la seguridad de sus empleados y clientes, por eso se tomó la decisión de llevar a cabo el traslado del transformador de noche para minimizar el impacto en el tráfico y las situaciones de seguridad”, argumentaron desde el consorcio.
Desde LUMA agregaron que la ruta fue establecida por ingenieros de la compañía y aprobada por el Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP) para reducir cantidad de puentes que se utilizarían y minimizar a su vez riesgos a la infraestructura vial. Según la empresa, reestablecieron el servicio en los pueblos de Santa Isabel, Coamo y Aibonito, el 9 de junio, luego de que una semana antes, el día 2, se interrumpiera por las fallas en el transformador que había agotado su vida útil.
“Como parte de los esfuerzos, se aumentó la capacidad de la línea de transmisión 4800 de Aibonito a Santa Isabel y se instalaron generadores en Santa Isabel y Coamo, asegurando así el suministro continuo de energía”, expuso LUMA. La compañía estimó en unas cuatro semanas el proceso para instalar y energizar el transformador en la subestación de Santa Isabel.
En un comunicado posterior al que hace referencia Noticel, LUMA Energy justificó el gasto de $4 millones para mover el megadispositivo mediante un contrato con la empresa Montimber International, LLC.
“En este caso, el costo de reubicar el transformador es comparable y proporcional a la complejidad de la operación, la logística complicada del traslado desde Caguas hasta Santa Isabel debido al gran tamaño del equipo y otros factores cruciales de seguridad”, indicaron.
La expectativa es que LUMA reclame a FEMA un reembolso por el costo del traslado.