Ciudad Juárez (México), EFE.- Un migrante que fue encontrado muerto el pasado fin de semana en el margen del río Bravo (río Grande en EE.UU.) en la frontera entre Ciudad Juárez (México) y El Paso (Texas, Estados Unidos), falleció por golpes en la cabeza, según reveló la necropsia realizada por las autoridades mexicanas.
La Fiscalía General del Estado (FGE) de Chihuahua, norte de México, informó este viernes a través de sus agentes que cumplió la necropsia de ley y se determinó que la causa de muerte fue traumatismo craneoencefálico.
“El hombre, de entre 30 y 35 años, sigue en calidad de no identificado y una vez practicada la necropsia de ley, se determinó la causa de fallecimiento por traumatismo craneoencefálico”, indicó la vocera de la dependencia de seguridad estatal, Gabriela Cota.
El cuerpo del hombre fue encontrado durante la mañana del 17 mayo con rastros de sangre y con una bandera de Venezuela en el pecho. Migrantes entrevistados por varios medios el día del hallazgo señalaron que era migrante y que un día antes “un grupo grande había cruzado y fueron devueltos a golpes por parte de la Guardia Nacional de Texas“.
La FGE dijo que entre las investigaciones todavía se analiza la procedencia del hombre, cuyo cuerpo fue hallado con el rostro lleno de sangre en el río Bravo, entre la puerta 36 y la 40 de la frontera Juárez-El Paso, y que las investigaciones continuarán hasta que se logre esclarecer el caso.
La institución explicó que entre sus pertenencias “no se localizó ninguna identificación o documento, por lo que oficialmente no se ha determinado que se trate de una persona en situación de movilidad” como dieron a conocer los testigos a los medios de comunicación.
“El hecho de que no esté identificada no nos permite asegurar la nacionalidad, entonces se siguen los protocolos para tratar de individualizarlo, incluso se tomarán huellas para cotejarlas con los que existen en el sistema”, indicó la vocera de la fiscalía.
Migrantes apostados en el río Bravo, justo donde fue localizado el cuerpo, han denunciado que los agentes de la Guardia Nacional de Texas han aumentado el nivel de violencia para evitar los cruces de migrantes por zonas no autorizadas.
Según los testimonios levantados por EFE en los últimos días, las agresiones de la Guardia Nacional de Texas van desde disparos con balas de goma o de gas pimienta, bombas lacrimógenas, rayos láser apuntados a los ojos, y cuando los migrantes logran cruzar son desnudados y golpeados antes de regresarlos por los mismos huecos de la frontera por donde entraron a Estados Unidos.