José Miguel Agramonte, conocido como “El Ángel Miguel”, quien previamente había escapado de la fortaleza Concepción de La Vega, fue devuelto a la Policía Nacional por residentes del Distrito Municipal de Cenoví, en San Francisco de Macorís.
El joven Agramonte se encontraba cumpliendo condena por apuñalar a otro individuo durante un altercado, afirmando temer por su vida dentro del centro penitenciario, lo que lo llevó a escapar.
Manifestó su negativa a ser trasladado de nuevo a dicho penal, argumentando ser víctima de amenazas de muerte por parte de otros reclusos.
Familiares y vecinos de Cenoví expresaron su descontento hacia el trato recibido tanto por el detenido como por los intermediarios, a manos de los agentes policiales, a pesar de que la entrega fue voluntaria.