Detalles del entramado corrupto caso Medusa en la Procuraduría
SANTO DOMINGO.-En un nuevo giro del escándalo de corrupción conocido como «caso Medusa», que sacude las estructuras de la Procuraduría General de la República Dominicana, se ha destapado la compleja red de sobornos y maniobras ilícitas presuntamente liderada por el exprocurador general, Jean Alain Rodríguez.
Esta operación corrupta, que ha implicado a numerosos funcionarios y empresarios, se centró en el desvío de fondos públicos, la manipulación de contratos y la recolección de sobornos, con el objetivo de enriquecer a los implicados y financiar campañas políticas de manera ilícita.
Jean Alain Rodríguez es señalado como el cabecilla de este entramado, acusado de asociarse con funcionarios públicos y empresarios para recibir cuantiosas sumas de dinero a través de sobornos.
Entre las acciones fraudulentas atribuidas a Rodríguez y su grupo se encuentra la manipulación de procesos de contratación, el uso de empresas fachada y la creación de contratos ficticios, todo ello para desfalcar al Estado dominicano por más de 6,000 millones de pesos.
Jonathan Rodríguez Imbert, exdirector administrativo y financiero de la Procuraduría, ha sido uno de los implicados clave, acusado de ejecutar maniobras fraudulentas para manipular los procesos de contratación y beneficiarse económicamente del esquema corrupto.
Rodríguez Imbert, vinculado al caso reveló este martes la forma como operaba el esquema de recolección de sobornos que habría dirigido el exprocurador Jean Alain Rodríguez.
A pesar de las graves acusaciones, en febrero de 2023, el Tercer Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional modificó la medida de prisión preventiva contra Rodríguez Imbert, otorgándole arresto domiciliario y estableciendo una garantía económica de 5 millones de pesos, además de un impedimento de salida del país.
La magnitud del caso Medusa se refleja en la implicación de más de 41 personas físicas y jurídicas, así como 22 empresas, en una estructura criminal dedicada a perpetrar actos de corrupción, soborno, prevaricación y lavado de activos, configurando uno de los mayores escándalos de corrupción en la historia reciente de República Dominicana.
Este caso continúa desarrollándose en los tribunales dominicanos, donde se espera que los implicados enfrenten la justicia y se esclarezcan las múltiples capas de corrupción que han manchado la administración pública del país.