Cuatro hombres han sido arrestados por el apuñalamiento mortal de un hombre en un bar en el noreste de Nueva Jersey, pero otro sospechoso sigue prófugo, Ricky “Angel” Vargas, considerado “armado y peligroso”, dijeron las autoridades ayer.
El incidente fatal ocurrió en Garfield en las primeras horas del 4 de febrero. Al responder a los informes de un crimen sucedido en el establecimiento “JoJo’s Bar & Grill” la policía encontró a una víctima masculina con “múltiples puñaladas en el pecho”. Lo llevaron a un hospital local, donde falleció. Fue identificado más tarde como Richard Franceschi, de 31 años, residente de Hawthorne (NJ), según el fiscal del condado Bergen, Mark Musella.
Una investigación concluyó que cinco hombres fueron “responsables de agredir físicamente y apuñalar a Franceschi en numerosas ocasiones con un cuchillo”. Desde entonces, cuatro de ellos han sido arrestados y acusados de homicidio y otros delitos, recordó Daily News.
Vargas, residente de East Stroudsburg (Pensilvania) de 26 años, sigue prófugo. Según la policía tenía un cuchillo en el momento del crimen y están pidiendo la ayuda del público para localizarlo.
Los cuatro sospechosos que ya han sido arrestados en relación con el apuñalamiento son Jayson Rivera (23) de East Stroudsburg; Bryant Sánchez (26) de Paterson (NJ); Erony Sánchez (27) de Clifton (NJ); y Dante Moore (23) de Passaic (NJ). No se ha revalado el motivo del crimen.
Moore y ambos sospechosos de apellido Sánchez fueron arrestados el 24 de febrero y quedaron detenidos en la cárcel del condado Bergen. Rivera, quien según los investigadores tenía un arma de fuego durante el incidente del 4 de febrero, fue arrestado el 12 de marzo y actualmente se encuentra a la espera de una audiencia de detención.
Cualquier persona que tenga información sobre el paradero de Vargas debe comunicarse con la Línea de Información de la Oficina del Fiscal del Condado Bergen al 201-226-5532.
El mismo fin de semana de la muerte de Franceschi, un mexicano también murió apuñalado en una pelea grupal en otro bar en El Bronx (NYC).
Todos los cargos son meras acusaciones y se presume que las personas procesadas son inocentes hasta que se pruebe su culpabilidad en un tribunal.
