Seis miembros de una banda de narcotraficantes fueron arrestados en el centro turístico mexicano de Cancún, que supuestamente mató y “cortó a cinco personas con un machete y arrojó a otras tres víctimas en una tumba poco profunda”, según mencionaron los fiscales.
La pandilla, implicada en asesinatos y extorsión, utilizó una red de mototaxis y menores como vigías para evadir la aplicación de la ley, según publica la cadena CBS.
La violencia relacionada con las drogas se ha extendido a la cercana ciudad turística de Tulum, donde una mujer estadounidense y un hombre beliceño quedaron atrapados en un tiroteo entre traficantes de drogas, lo que resultó en sus muertes.
Incidentes similares han llevado al Departamento de Estado de Estados Unidos a emitir alertas de viaje, aconsejando una mayor conciencia situacional para los turistas que visitan Cancún, Playa del Carmen y Tulum.
A pesar de estas advertencias, la costa caribeña de México sigue atrayendo turistas: los visitantes extranjeros gastarán casi $31 mil millones de dólares en México en 2023, la mitad de los cuales visitarán Cancún.
El desafío continuo en Cancún y aledaños
Los fiscales también anunciaron la detención de 23 personas por operar una agencia de viajes falsa como fachada para la venta de drogas, revelando las complejas operaciones que sustentan el tráfico de drogas en Cancún.
La persistente violencia en la costa caribeña de México plantea un desafío importante para las autoridades y la industria del turismo. Los esfuerzos para combatir el tráfico de drogas, como el cierre de farmacias que venden sustancias controladas sin receta y la represión de las rivalidades entre bandas de narcotraficantes, subrayan la magnitud del problema.
Los recientes arrestos en Cancún y la violencia actual en Tulum ilustran la enorme tarea que enfrentan las autoridades para garantizar la seguridad tanto de los residentes como de los millones de turistas que acuden a estos destinos cada año.
La violencia en destinos turísticos mexicanos como Cancún y Tulum ha experimentado un incremento preocupante en los últimos años, atribuido principalmente a las disputas entre carteles de la droga por el control de territorios para el tráfico de narcóticos y la extorsión.
Aunque las cifras específicas pueden variar y estar sujetas a actualizaciones constantes, informes de seguridad han señalado un aumento en los homicidios y actos delictivos en estas áreas, afectando la percepción de seguridad entre turistas y residentes.
Por ejemplo, en Cancún, la Secretaría de Seguridad Pública ha reportado episodios de violencia relacionados con el crimen organizado, con asesinatos y enfrentamientos armados que ocasionalmente han ocurrido en zonas cercanas a áreas turísticas.
En Tulum, la situación es similar, con incidentes de violencia que han cobrado la vida de ciudadanos locales y extranjeros, como se mencionó en esta entrada, incluyendo trágicos sucesos en bares y otros lugares públicos.
Estos incidentes han llevado a las autoridades mexicanas y a gobiernos extranjeros a emitir advertencias y recomendaciones para viajeros, enfatizando la importancia de la precaución en estas populares destinaciones turísticas.
