JERUSALÉN.- Las tropas israelíes se preparan para llegar hasta Rafah, último bastión meridional del enclave y donde malviven más de 1,1 millones de palestinos desplazados, al tiempo que las negociaciones para un alto el fuego entre Israel y Hamás se estancan.
«Reafirmamos la posición de las facciones de la resistencia de que cualquier negociación debería conducir al fin total de la agresión, la retirada del ejército de ocupación fuera de la Franja de Gaza y el regreso de los desplazados a sus lugares de residencia», reveló este viernes Hamás en un comunicado vía Telegram, días después de que se esperase un acuerdo inminente de tregua.
El Gobierno de Israel, que rechaza el fin definitivo de la guerra «hasta derrotar a Hamás», estudia un nuevo posible alto al fuego de 142 días, según reveló este viernes el diario Haaretz, durante la que en una primera fase serían liberados 35 rehenes, y tras una semana de negociación, los otros 101 en un goteo diario.
Ministros clave, no obstante, se oponen a este canje, según revelaron al diario hebreo fuentes confidenciales que asistieron a la reunión del gabinete de guerra el jueves.
Ese borrador, tampoco detalla el número de presos palestinos que serían puestos en libertad a cambio de los rehenes, después de que Hamás exigiera la liberación de presos de alto rango como Marwan Barghouti, que cumple varias cadenas perpetuas por el asesinato de israelíes, o Ahmed Saadat, del Frente Popular para la Liberación de Palestina.
Sobre el terreno, en las operaciones militares en Gaza, poco ha cambiado una semana después de que el máximo tribunal de la ONU se declarase competente para estudiar la acusación de genocidio contra Israel, y le exigiera «detener» los ataques contra los palestino o la actividad «al genocidio».
Desde el pasado viernes 27 de enero, al menos 1.048 personas han muerto en ataques en la Franja, según datos del Ministerio de Salud gazatí, controlado por Hamás, que cifró hoy las víctimas totales en 27.131 fallecidos, además de unos 8.000 cuerpos que seguirían bajo los escombros, y 66.287 heridos.
Las tropas israelíes, que aseguraron en la última semana haber tomado el control del área sureña de Jan Yunis, tendrían previsto avanzar en los próximos días hacia Rafah, la zona más meridional del enclave y donde se hacinan más de un millón de desplazados en 150 kilómetros cuadrados.
“La Brigada Jan Yunis de Hamás se jactó de que se opondría a las Fuerzas de Defensa de Israel, ahora se está desmoronando», anticipó el jueves el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant durante una visita a las tropas de la 98.ª División.
«Estamos completando la misión en Jan Yunis y también llegaremos a Rafah y eliminaremos a todos los terroristas”, anunció.
El ejército confirmó hoy que los ataques continúan no solo en la zona occidental de Jan Yunis, donde en un comunicado dijeron haber incautado armamento y artefactos explosivos, sino también en el centro y norte del enclave palestino, con «diez terroristas» abatidos en la zona del campamento de Al Shati (norte).
El asedio del hospital Al Amal, en Jan Yunis, persiste por undécimo día consecutivo, según denunció hoy vía X la organización médica Media Luna Roja Palestina (PRCS, por su siglas en inglés) que lamentó la muerte de una de sus empleados tras ser abatida por un francotirador en las oficinas del colectivo, próximas al hospital.
La organización también reportó anoche «escasez severa» de comida, agua y medicinas en el establecimiento médico, rodeado de intensos ataques; en una situación que se repite cerca del Hospital Naser, también en Jan Yunis, con más de 30.000 personas desplazadas en colegios «sin acceso a agua, comida o papilla para bebés», según un comunicado del Ministerio de Sanidad gazatí.