Todo un operativo de “El Mencho” para rescatar a dos miembros del Cártel de Sinaloa

Antes de ser enemigos a muerte, la relación entre Nemesio Oseguera Cervantes, alias“El Mencho”, y el Cártel de Sinaloa era muy distinta; el ahora líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) trabajaba para Joaquín El Chapo Guzmán e Ismael El Mayo Zambada: recibía órdenes, a pesar de ser jefe de plaza, e incluso ayudó a rescatar a dos de las piezas claves de la organización criminal para el trasiego de drogas a Estados Unidos.

Era el año 2008 -el mismo en el que estalló la guerra del Cártel de Sinaloa con la Organización Beltrán Leyva- cuando los hermanos Margarito y Pedro Flores, sus esposas y un grupo de “inversionistas” chinos fueron “secuestrados” por personal de la Agencia Federal de Investigación (AFI) en un table dance de Puerto Vallarta, Jalisco.

En realidad los gemelos eran prófugos de la justicia estadounidense por ayudar al Cártel de Sinaloa a traficar toneladas de droga a Chicago, California, Atlanta, Nueva York y Canadá; por eso cuando un agente aduanero los identificó lo primero que hizo fue extorsionarlos, luego -ante la falta de pago- delatarlos con la AFI y la DEA (Agencia Para el Control de Drogas).

Entre botellas de champagne y bailarinas semidesnudas, un comando de la AFI entró al centro nocturno y se llevó a todos a una casa de seguridad. Después de las negociaciones y una llamada de Arturo Beltrán Leyva -según el relato de Vivianna López y Valerie Gaytán en el libro “Las esposas del cártel”-, dejaron en libertad a todos, excepto a los gemelos. La intención era entregarlos a un comando de la DEA que ya iba por ellos al Aeropuerto de Puerto Vallarta.

Vivianna López (izq.), Valerie Gaytán (der.), Pedro Flores (arriba) y Margarito Flores

“El Mencho” entra en escena

En las páginas del libro narran como por órdenes de El Chapo Guzmán, El Mayo Zambada y Arturo Beltrán Leyva se ordenó armar a un ejército de más de 100 hombres para “rescatar” a los hermanos Flores.

“Podemos hacer esto por las buenas o por las malas; de cualquier forma, no van a mandar a los cuates al Gabacho. Y como al parecer insisten en quedárselos, vamos a hacerlo por las malas”, son palabras que Vivianna y Valerie le atribuyen a Vicente Zambada Niebla.

El ejército del Cártel de Sinaloa controló todos los accesos a la ciudad y estaban listos para enfrentarse a los hombres de la AFI, a quienes superaban en número. Sería una masacre liderada por el jefe de plaza de Puerto Vallarta, un “capo semirregular, aunque todo el mundo le temía porque era un maniático”, se trataba de “El Mencho”.

Mientras Margarito y Pedro Flores viajaban a bordo de una camioneta blindada con cuatro hombres armados con fusiles de asalto que intentaban entregarlos a las autoridades de EEUU, “El Mencho” cercó el centro de Puerto Vallarta con lanzacohetes y más de 100 hombres empuñando los famosos “cuernos de chivo” (AK-47).

El corrido ha despertado versiones distintas sobre la salud del líder del CJNG.

Dicen que el comandante de la AFI no tardó en tomar una decisión: al ver al ejército de “El Mencho” ordenó que la camioneta se detuviera; con pasos lentos el ahora enemigo del Cártel de Sinaloa se acercó al auto. “Es hora de irnos” -lanzó Nemesio Oseguera a los gemelos- y ordenó a dos de sus hombres que tomaran el lugar de Pedro y Margarito con la intención de despistar a los agentes de la DEA que ya tocaban las puertas de la ciudad.

Cuentan “Las esposas del cártel” que el comandante de la AFI puso su arma en el suelo y salió lento de la camioneta; que “El Mencho” escoltó a los gemelos hasta su casa en Guadalajara; que atravesaron dos retenes del Ejército Mexicano y que, a pesar de ir fuertemente armados, una seña de Nemesio Oseguera bastó para que los dejaran pasar.

Con los años, los gemelos flores fueron detenidos y traicionaron a El Chapo Guzmán y al Cártel de Sinaloa; “El Mencho” formó su propio cártel (CJNG); y el comandante de la AFI recibió de los gemelos 2.25 millones de dólares por evitar una masacre más en Jalisco.