WASHINGTON. – El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dedicó la tarde de este viernes a engrasar los motores de su campaña electoral con un recorrido con marcado mensaje económico por varios pequeños negocios en Pensilvania, uno de los estados que decidirá la Casa Blanca.
Biden estuvo en Allentown, a poco más de una hora en automóvil de su Scranton natal, donde visitó una tienda de ropa deportiva, otra de bicicletas y una cafetería, un paseo en el que saludó, conversó, bromeó y se tomó fotos con los dueños, empleados y clientes.
En la cafetería, Biden pidió un batido de mango, que pagó en efectivo. El presidente estuvo acompañado del gobernador de Pensilvania, el demócrata Josh Shapiro.
En breves declaraciones a los periodistas durante el trayecto, Biden consideró un éxito el ataque de este jueves contra los hutíes en Yemen y estimó que «envió un mensaje a Irán», país que apoya a esos rebeldes.
Después de pasar por estos negocios, se dirigió a la nueva Academia de Bomberos de Allentown, que fue financiada en parte con el dinero de los programas públicos de Biden.
De camino a la academia, tuvo que ver a decenas de manifestantes propalestinos críticos con su respaldo a Israel que entonaron cánticos como «paz ahora», «nos acordaremos en noviembre» o «ni un voto para genocidio, Joe».
A su llegada, Biden repartió café y pasteles entre varios de los presentes. Después de una visita a las instalaciones, respondió a preguntas de los periodistas sobre el ataque a los hutíes y dijo que los miembros de su propio partido que han criticado el ataque por no haber recibido la aprobación previa del Congreso «están equivocados».
También aseguró que si los rebeldes «siguen actuando y comportándose como lo hacen», Estados Unidos y sus aliados «responderán».
Su visita a Pensilvania coincide con el fin de semana de los caucus de Iowa, donde el partido Republicano dará inicio al proceso de primarias para elegir al rival del presidente en las elecciones de noviembre a la Casa Blanca.
La elección de Pensilvania no es casual, ya que este es uno de los estados considerados ‘clave’ en los que se acaba decidiendo por un puñado de votos al ganador de los comicios.
Antes de su viaje, Biden anunció que en febrero el Gobierno empezará a condonar deuda estudiantil para personas que cumplan ciertos requisitos, cumpliendo así parcialmente con una de las promesas de su campaña de 2020 que más frustración han causado entres los jóvenes que votaron por él.
Se podrán beneficiar de este anuncio las personas que pidieron hasta 12.000 dólares de préstamos estudiantiles federales, que están inscritos en un plan de pagos llamado SAVE y que han pagado sus cuotas durante 10 años.
La Casa Blanca no ha proporcionado datos de cuántas verán sus deudas condonadas, aunque en el plan SAVE hay inscritos unos 6,9 millones de ciudadanos.
Aunque en Allentown el presidente no realizó ningún nuevo anuncio, su visita a Pensilvania estuvo centrada en la política económica del Gobierno, que ha estado marcada por la alta inflación.
De hecho, su desplazamiento tuvo lugar el día después de que se conociera que la tasa de inflación en Estados Unidos abandonó su racha bajista en diciembre y los precios subieron tres décimas interanualmente, un alza que sitúa al indicador al cierre de 2023 en el 3,4 %.
En términos mensuales, los precios de consumo aumentaron tres décimas con respecto a noviembre, mientras que la inflación subyacente, dato clave que analiza la Reserva Federal para sus decisiones sobre tipos de interés, bajó interanualmente una décima, hasta el 3,9 %.