En el décimo ceremonial de exaltación al Salón de la Fama del Béisbol Latino, fueron inmortalizados ayer la que probablemente ha sido el mejor clase introducida en el prestigioso y máximo sitial de honor en Latinoamérica.
Los dominicanos David Ortiz, Manny Ramírez y Adrián Beltré, el boricua Bobby Abreu, y el venezolano Bobby Abreu, fueron los protagonistas de una noche que sin duda marcó un antes y después en la historia del evento.
Aunque cada uno tiene diferentes logros y números acumulados en Las Mayores, todos coincidieron en que esta exaltación tiene un significado demasiado especial, debido a que ellos brillaron en Grandes Ligas representando a los latinos, y ahora ese béisbol les reconoce por su esfuerzo.
Adrián Beltré, de quien se espera sea electo al Salón de la Fama de Cooperstown en la edición que se avecina, dijo que el hecho de que en su país se le reconozca con esta importante distinción en representación de todos los latinos, lo hacen cada ser más agradecido con Dios, por todo lo que le ha permitido lograr como pelotero.
“No hay palabras como describir este honra que nos hace el béisbol latino. Pero más que alabar mis logros, quiero que todos los jóvenes tomen esto como ejemplo de que los sueños se cumplen, sin importar la adversidad, puedes ser inmortal sobre todo lo que se te presente en la vida”, sostuvo Adrián Beltré.
Otros de los dominicanos que también fue muy aplaudido durante toda la ceremonia fue Manny Ramírez, quien describió el premio como otro de los regalos que Dios le ha dado en su vida.