14 de noviembre de 2024

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Los líos de “Kiko la Quema” quiebran la vida de su familia

Recostado en un mueble de una pequeña casa de madera pintada de azul y verde, ubicada en Cambita Garabitos, estaba el padre de José Antonio Figuereo Bautista, de alias “Kiko la Quema”, quien trataba de acomodar su espalda sobre un cojín.

El hombre, de 85 años, contó que siempre se mantiene en ese lugar, “tranquilo”, a espera de la visita de su hijo.

Vestido de franela blanca y pantalones color crema, se notaba como trataba de comprender lo que se le decía, algo sobre lo que Cesarina Figuereo Abreu, su segunda hija, y Miledis Figuereo, la tercera, explicaron que además de que casi no se entiende mucho lo que dice, por su edad, también tiene problemas de la vista, ya no puede ver bien. Es Milides la encargada de su atención.

La familia de “Kiko la Quema” reside en dos casas de madera, una delantera a la que llama “casa materna”, y a la otra, en la parte atrás, “la casa paterna”.

Junto a estas comparten un pequeño baño, en una esquina trasera del terreno donde están las casas.

Hasta el momento, “Kiko la Quema” sigue prófugo y la policía de Cambita Garabitos continúa su búsqueda con varias órdenes judiciales de arresto por robos, microtráfico, cobros compulsivos, extorsión, tráfico de armas, invasión de terrenos y lavado de activos, según un informe policial.

El jueves pasado, la policía detuvo a varios de sus familiares, entre ellos una hija de éste, de 14 años, según denunciaron ante Listín Diario residentes en Cambita Garabitos.

Otra fue su hermana, Cesarina Figuereo Abreu, quien el pasado viernes, mientras estaba atendiendo su negocio de expendio de comida, la policía llegó y se la llevó.

“Mi negocio tan florecido, tan bonito, propio, que de esto es que yo vivo”, fueron las palabras de Cesariana, mientras hablaba con reporteros de este Diario que llegaron a su residencia.

Dijo que desde el viernes ha mantenido su negocio cerrado y, para que la liberaran, tuvo que buscar un abogado, aunque la fiscalía de la zona la citó para ir el próximo martes, a las 9 de la mañana, sin saber cuál es el caso.

Con evidencias de desespero, la mujer dijo no saber “qué caso me irán a poner ellos, por ser hermana de Kiko”.

Al decir que las autoridades han estado arrestando a gente inocente, agregó que está defendiendo el honor de gente seria “y de muchachos serios que nunca se habían visto envueltos en eso”.

Mencionó a su sobrino de 18 años, por “hacerle un expediente como que si fuera un delincuente, un muchacho que le da epilepsia”.

Explicó que mientras era conducida al destacamento vio cuando lo llevaban esposado para, supuestamente, “hacerle un diagnóstico médico”.