Las reuniones de invierno de MLB están pautadas a celebrarse desde el 4 al 7 de diciembre en Nashville, Tennessee y uno de los nombres que se van a estar mencionando es el del jardinero dominicano, Juan Soto.
El fallecimiento del dueño de los Padres de San Diego, Peter Siedler, pudiera cambiar la mentalidad de inversión que ha tenido la franquicia en los últimos años y un posible negocio con el dominicano podría tener más sentido del que pudiéramos pensar.
«Juanjo» entra a su último año de contrato previo a su primera experiencia como agente libre en el béisbol organizado y para San Diego podría ser negocio enviarlo a otro equipo antes de arrancar la temporada y no esperar a ver si el equipo estará de lleno en la búsqueda de su primer título de campeones mundiales.
La franquicia de San Diego ha estado históricamente entre los puestos 18 y 25 entre las nóminas más altas de MLB, pero la llegada de los grandes contratos de Manny Machado, Fernando Tatis Jr. y el del campocorto Xander Bogaerts, sumado a lo que devenga Juan y otros miembros del equipo los ha colocado en la élite de las nóminas más caras de la liga y eso es difícil de mantener, pagaron US$248.3 millones en el 2023 y se colocaron en el tercer lugar.
La expectativa es que busquen colocarse una vez más en lugares de media tabla y una salida prematura de Soto podría ser la clave, ellos necesitan mejorar su unidad de prevención de carreras, por las eventuales salidas de Blake Snell, Seth Lugo, Michael Wacha y Josh Hader en el mercado de agencia libre.
Los Padres han jugado pelota de .500 desde la llegada de Soto al equipo a mediados de la temporada 2022 y su efecto no ha sido a los niveles que ellos esperaban en términos de éxito en el terreno de juego, ya que se quedaron fuera de la postemporada en el 2023.
Se espera que «Juanjo» gane alrededor de US$30 millones con su caso de arbitraje y ese es un dinero, que sumado al talento que le pueda llegar desde otra organización podría ser más beneficioso que el propio hecho de tenerlo en la alineación todos los días.
Soto es un jugador sumamente confiable porque promedia alrededor de 155 partidos jugados por temporada, pero sus aportes defensivos y en el corrido de base, están por debajo del promedio de la liga. Para muchos entendidos del negocio, la pregunta sobre una posible movida del dominicano no es ¿si será canjeado?, si no ¿hacia donde?