ROMA.- Los trabajadores de las regiones del norte de Italia, la locomotora económica e industrial del país, estuvieron llamados hoy a protestar contra los presupuestos del Gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni en una nueva jornada de huelga, convocada por dos de los sindicatos mayoritarios del país, CGIL y UIL.
El paro, del que aún no se facilitaron datos de adhesión, tuvo como consigna principal la petición de un «cambio de rumbo» para la ley de presupuestos, en la que es la tercera jornada de huelga convocada tras las celebradas el pasado 17 de noviembre en regiones del centro de Italia y Roma, y la del 21 en Sicilia (sur).
«La ley de presupuestos es socialmente injusta, penaliza a los trabajadores, a los pensionistas, alimenta el trabajo pobre y precario, premia a los evasores de impuestos y construye un impuesto injusto», sostuvieron en un comunicado los sindicatos, que han convocado movilizaciones segmentadas por regiones en lugar de organizar un paro nacional, y a las que no se ha sumado CISL, la otra gran organización.
Al mismo tiempo, hoy se organizaron manifestaciones en las principales ciudades del norte: Turín (norte) fueron más de 10.000 los trabajadores que participaron en la protesta, mientras que en otras ciudades, como Brescia, la cifra superó los 15.000, y en Venecia fueron 7.000 los participantes en las manifestaciones, según los sindicatos.
Al mismo tiempo, los trabajadores aeroportuarios del país estaban llamados a la huelga y la aerolínea estatal ITA Airways tuvo que anular una cuarentena de vuelos nacionales, aunque no hubo incidencias en rutas internacionales.
«Creo que la respuesta más fuerte proviene hoy de la muy fuerte participación con un número muy alto de miembros en las 40 plazas. La democracia y los derechos se defienden practicándolos», afirmó el líder del Maurizio Landini, quien en cada jornada de huelga repite que Meloni «lleva el país al colapso».
El Gobierno italiano intentó celebrar una reunión con los líderes sindicales esta mañana en el Palacio Chigi, sede del Ejecutivo, algo a lo que éstos se negaron, emplazando así el encuentro para este martes, informaron medios locales.
«Meloni nos llamó hoy, estoy en huelga, no soy omnipresente», dijo el líder de la CGIL, Maurizio Landini, en una entrevista al diario Domani.
El líder de UIL, Pierpaolo Bombardieri, por su parte, sostuvo en un discurso que es «raro» que Meloni los citara, y que se trataba de una «falta de respeto a los trabajadores, jóvenes y jubilados que salieron a las calles».
Sin embargo, Meloni aprovechó la jornada de huelga para verse en Roma con los representantes de la patronal.
El Gobierno aprobó hace unas semanas unos presupuestos para el próximo año, con medidas por valor de alrededor de 24.000 millones de euros, que contemplan recortes en los impuestos al trabajo, pero que para los sindicatos no son suficientes para solucionar los problemas de los ciudadanos en un contexto de alta inflación.
Las próximas movilizaciones tendrán lugar el 27 de noviembre en la isla de Cerdeña, y el 1 de diciembre en las regiones del sur del país.
Además, el sector de los transportes ha convocado un nuevo paro nacional el lunes 27 de noviembre tan solo diez después del organizado el 17 de noviembre, en una enorme tensión con el Ministerio de Transportes, dirigido por el ultra Matteo Salvini, que recortó la protesta a cuatro horas aludiendo el cumplimiento de servicios mínimos.