El juez del Tribunal de Atención Permanente del Distrito Nacional, Juan Francisco Rodríguez Consoró, dictó tres meses de prisión preventiva contra una mujer acusada de haber matado a golpes a su hijastro de 13 años de edad.
Emilia Suárez deberá cumplir la medida en el Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo Mujeres.
Padres y familiares del adolescente que falleció la pasada semana en barrio Los Peralejos del Distrito Nacional acudieron este miércoles al Palacio de Justicia de Ciudad Nueva a exigir justicia por la muerte del menor, que desde los dos años de edad vivía con la victimaria y su padre.
La madre biológica del infante, Mary Mancebo, dijo que hace cinco años había recurrido a la fiscalía ante un hecho de agresión hacia su hijo pero desistió debido a que Suárez había prometido cambiar.
Hubo algún momento y yo la llevé hace cinco años a la fiscalía pero después todo se desmontó porque ella había supuestamente cambiado. El niño nunca me dió la luz de que en verdad eso era algo psicológico. Que ella le hacía en verdad daño», refirió la madre del menor tran decir que lo que quiere es que se haga justicia porque el niño estaba traumatizado y no quería decir nada.
«Nunca vi nada porque yo venía por un lapso corto de tiempo, entonces yo mismo le preguntaba al niño y nunca me dijo nada… Cuando tenía una herida le preguntaba y él me decía: no papi eso me lo hice que me caí jugando y yo siempre le decía: tienes que tener más cuenta, y le reclamaba a ella misma», refirió Edison de la Rosa, quien desde hace 11 años vivía con la mujer que mató a su vástago.
Con pancartas y vociferando consignas estuvieron en las afueras del Palacio de Justicia los familiares del menor, mientras se conocía la medida de coerción.
El adolescente solo identificado por el Ministerio Público con las iniciales L.I.D.M, estuvo al cuidado de su madrastra (hoy imputada) desde los dos años de edad, pero cuando cumplió los siete años, entonces comenzaron las agresiones físicas, verbales y psicológicas, de acuerdo a lo establecido en la investigación de la Fiscalía del Distrito Nacional.
Algunos vecinos fueron testigos de golpizas “con cualquier objeto, sin compasión ni comedimiento” que sufrió el jovencito durante su corta vida, revela la investigación.
En el año 2016, un médico legista y una psicóloga forense del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) emitieron dos certificados, en las que, de manera separada, confirmaban que “el niño presentaba traumas contusos y cicatrices post-traumáticas”, además de maltrato psicológico.