A los residentes de Corea del Norte les «duele el corazón» constatar el «demacrado aspecto» de su líder, Kim Jong-un, que parece haber perdido peso, según informó AP con referencia a la televisión estatal norcoreana.
«A nuestra gente le dolió mucho el corazón cuando vimos el aspecto demacrado de [Kim]», reportaron el pasado viernes medios locales citando a un ciudadano norcoreano no identificado. «Todo el mundo dice que las lágrimas brotan de sus ojos de forma natural«, se agrega.
El 5 de junio, Kim Jong-un hizo su primera aparición pública tras casi un mes de ausencia. Las imágenes de esa ocasión motivaron a varios expertos y servicios de Inteligencia a sospechar que el líder norcoreano ha sufrido una importante pérdida de peso. Según observadores de Corea del Norte, Kim, que mide aproximadamente 170 centímetros y anteriormente pesaba 140 kilogramos, puede haber perdido entre 10 y 20 kilogramos.
Por su parte, analistas en Seúl señalaron que es probable que Kim se haya puesto a dieta para mejorar su salud o para mejorar también su imagen pública en momentos en que el país asiático padece escasez de alimentos y una crisis económica provocada por una serie de desastres naturales y sanciones internacionales.
Otros especulan que la pérdida de peso del líder norcoreano podría estar relacionada con problemas de salud. Según varios expertos, Kim Jong-un, conocido por beber y fumar en exceso, se encuentra en un grupo de riesgo elevado de sufrir enfermedades cardiovasculares, un problema presente en su entorno familiar y que se habría cobrado la vida de sus antecesores, su abuelo Kim Il-sung y su padre Kim Jong-il.