China presentó una queja formal ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por las medidas, supuestamente antidúmping y antisubvenciones, adoptadas por Australia contra tres productos de fabricación china.
El alegato atañe a los aranceles que Canberra impuso a las importaciones de ruedas para vías férreas (una tasa de 17,4 %), torres eólicas (10,9 %) y fregaderos de acero inoxidable (60,2 %).
El portavoz del Ministerio de Comercio chino, Gao Feng, dijo en rueda de prensa este jueves que el problema forma parte de los «desafíos sin precedentes» que la OMC enfrenta últimamente. «China -afirmó- se opone al abuso de las medidas comerciales correctivas, que no solo afectan los derechos e intereses legítimos de las empresas chinas, sino que también socavan la seriedad y la autoridad de las normas de la OMC».
Con su reclamo, Pekín espera que la parte australiana «tome medidas concretas para rectificar las prácticas incorrectas y evite distorsiones en el comercio» de esos artículos, de manera que el intercambio comercial «vuelva a la senda normal lo antes posible».
Según análisis de la agencia Reuters, los lazos entre ambas naciones se encuentran en su peor momento en décadas, al tiempo que Australia a su vez condena las prácticas de Pekín como una «coerción económica» en su contra. A principios de esta semana, las autoridades australianas anunciaron que apelarían ante la OMC por la decisión china de imponer aranceles al vino australiano, igual que lo hicieron previamente por los aranceles a la cebada. Pekín pecha también sus limitadas importaciones de carne vacuna, carbón y uvas australianas.
El ministro del Comercio de Australia, Daniel Tehan, se manifestó sorprendido por la apelación china. Dijo que, en su opinión, el «curso normal de los acontecimientos sería recibir alguna notificación sobre sus preocupaciones [de Pekín] por las medidas que implementamos, sea a través del pertinente comité de la OMC o de un planteamiento por los canales bilaterales», y alegó que Canberra no ha visto «nada de eso». Tehan reconoció el derecho de China a esa reclamación, pero prometió defender enérgicamente las medidas que considera justas.
En un comentario ofrecido a los medios el 23 de junio, el portavoz de la Cancillería china, Zhao Lijian, dijo que las relaciones entre su país y Australia han experimentado «un serio revés tras otro» desde la segunda mitad de 2017, y señaló como causas principales las repetidas injerencias de Canberra en los asuntos internos de China y la imposición arbitraria de restricciones al intercambio y la cooperación bilateral. Apeló también al pueblo australiano, al que dijo considerar capaz de «distinguir el bien del mal, ver a China y su desarrollo desde una perspectiva objetiva, rechazar las difamaciones por parte de ciertos australianos contra China y mostrar su comprensión y apoyo» a las relaciones bilaterales.
