Nuevas fisuras aparecieron en el socavón gigante formado hace menos de dos semanas en un terreno de Zacatepec, en el estado mexicano de Puebla.
El pasado 12 de junio, el enorme agujero, que alcanzó más de 125 metros de diámetro, se ‘tragó’ parte de una casa, de la que solo quedó un cuarto y parte de una barda perimetral. La familia que vivía allí fue trasladada a un inmueble alquilado mientras la Gobernación de Puebla les construye una vivienda en otro lugar.
La secretaria de esa gobernación, Ana Lucía Hill, dijo en una videoconferencia este miércoles que desde hace dos días vigilan el terreno donde surgió el socavón, que tendría unos 45 metros de profundidad, y que ya se habían detectado las grietas con anterioridad.
En la zona se estableció un perímetro de seguridad custodiado por funcionarios de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Guardia Nacional y Protección Civil, recordó Hill.
Según han advertido expertos, este agujero podría crecer unos nueve metros más. Aunque se desconocen las causas que originaron este hundimiento, se maneja la posibilidad de que haya sido por el reblandecimiento de las tierras de cultivo o por la extracción de agua de mantos acuíferos, conformados por aguas pluviales.
Por su parte, los vecinos han reportado que sienten movimientos en la tierra y que en ocho de las 12 casas de la periferia hay grietas.
