El estrechamiento de lazos entre Pekín y Abu Dabi ha enturbiado la venta de equipos militares estadounidenses al país árabe, que se propone adquirir 50 cazas F-35, 18 drones Reaper y municiones avanzadas, con un valor total de 23.000 millones de dólares, informa The Wall Street Journal al citar a funcionarios norteamericanos.
En las últimas semanas, las agencias de inteligencia de EE.UU. observaron en un aeropuerto de Emiratos Árabes Unidos el aterrizaje de dos aviones pertenecientes al Ejército Popular de Liberación de China, de los que se descargaron materiales que los espías no pudieron identificar, comentaron al citado medio fuentes familiarizadas con el asunto.
Vuelos de transporte como esos, así como otros indicios de una cooperación incipiente en materia de seguridad entre los dos países, han alarmado a los funcionarios de EE.UU. y podrían socavar la venta de los F-35 a Abu Dabi, un importante aliado de Washington en la región.
Los estadounidenses buscan ciertas garantías antes de vender sus armas, y uno de los requisitos sería el compromiso de Emiratos Árabes Unidos de no permitir que los chinos u otras terceras partes accedan a los últimos avances tecnológicos de EE.UU. en materia de combate.
«La transferencia de los F-35 —la joya de la corona del arsenal estadounidense— implica un grado de monogamia emiratí con Washington», comentó a The Wall Street Journal David Schenker, quien estuvo encargado del asunto como secretario de Estado adjunto de Donald Trump para asuntos de Oriente Próximo.
Schenker señaló que queda más trabajo por hacer antes de permitir la venta de los cazas estadounidenses, a la que en abril ya dio el visto bueno el presidente Joe Biden tras congelar la revisión de sus condiciones.
Al permitir que la venta avanzara, Biden argumentó que tendrían mucho tiempo para resolver los temas pendientes, ya que la entrega de las armas llevará en todo caso años. En efecto, los F-35 no serían entregados a los Emiratos antes de 2027.
Funcionarios de la Administración de Biden dijeron a The Wall Street Journal que las negociaciones sobre las condiciones del acuerdo de venta aún siguen en curso. Washington exige, detallaron, que Israel mantenga su ventaja militar cualitativa, que Abu Dabi garantice que otros países no tengan acceso a las tecnologías estadounidenses, y que haya límites en su uso de las armas en Yemen y Libia.