Santo Domingo, RD
La penetración en los partidos políticos de personas vinculadas con el narcotráfico tiene una escandalosa cadena de hechos, que han estremecido la historia electoral reciente del país y desnudado la debilidad institucional de la democracia dominicana.
El apresamiento ayer en Estados Unidos del diputado dominicano Miguel Gutiérrez por asuntos de tráfico ilegal de drogas, nos remonta a lo sucedido en República Dominicana en las últimas dos décadas de intensas denuncias que vinculan la política con el narcotráfico.
Todas las grandes organizaciones políticas han estado marcadas por estas acusaciones. Así ocurrió con los partidos Reformista Social Cristiano (PRSC), Revolucionario Dominicano (PRD), de la Liberación Dominicana (PLD), y ahora con el novel Revolucionario Moderno (PRM).
Elecciones 2020
El escándalo más reciente estallaría en las elecciones del año pasado, cuando el recurrente tema del narcotráfico enfrentó al PRM y al PLD, las dos principales fuerzas políticas que entonces se disputaban el poder.
Un punto de quiebra, entre otros, se produjo en pleno proceso electoral, cuando la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) apresó al activo dirigente del opositor PRM en Azua, Yamil Abreu Navarro, solicitado en extradición por Estados Unidos.
El PLD, en ese contexto, expresó su preocupación por la incidencia del narcotráfico en la política. La alta dirigencia del PRM lo emplazó de inmediato someterse a una investigación de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol), o la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés).
Los perremeístas consideraron que el entonces partido gobernante no tenía autoridad moral para señalar a nadie en materia de narcotráfico en la política, ya que no habían ejecutado solicitudes de extradición pendientes, ni respondido la acusación del narco César Emilio Peralta (César el Abusador), de donarles altas sumas de dinero para la campaña.
Vínculos narco-partidos
Pero la historia del affaire narco-política es mucho más vieja en el país. Siempre ha generado críticas en las campañas electorales que candidatos y líderes políticos posen en fotografías y asistan a encuentros con personas vinculadas al narcotráfico y a otras modalidades del crimen organizado.
De ahí es que se establece, que en casos frecuentes, podrían actuar en contubernio con autoridades políticas, que desvían el funcionamiento normal de las instituciones para garantizar la operación y protección de esas organizaciones delictivas, que también establecen conexión con organismos de seguridad y de la justicia.
La verdad es que a cada presidente desde 1994 le ha correspondido desmantelar una poderosa red de tráfico de drogas, y en cada caso se ha denunciado que aportaban cuantiosos recursos económicos, tanto a los partidos gobernantes como a los opositores de mayores arraigos.
Fue precisamente en este año, que con la firma del Pacto por la Democracia tras la crisis electoral, el presidente Joaquín Balaguer, PRSC, y José Francisco Peña Gómez, candidato del PRD, establecieron entre la reforma constitucional, que Estado otorgara fondos a los partidos para evitar su dependencia económica externa, incluyendo el narco.
El 1994 coincidió además con el operativo de búsqueda de Rolando Florián Feliz, que sería apresado el 8 de junio de 1996 con 1,387 kilos de cocaína. Fue uno de los narcos más poderoso y peligroso de la época. Operaba en la región sur.
Entre los crímenes que se le atribuían estaba el secuestro y asesinato de Víctor Augusto Feliz Matos, hijo de un líder reformista y exsenador de Barahona. Florián Feliz murió 14 años después de siete disparos en la cárcel de Najayo.
Grandes casos
Desde finales del siglo pasado los países de América Latina y el Caribe fueron invadidos en una esperal ascendente por los carteles de droga. República Dominicana fue y sigue siendo uno de los destinos más apetecidos.
En los últimos 20 años se han destacado Quirino Ernesto Paulino Castillo, quien llegó a ser oficial del Ejército en el gobierno de Hipólito Mejía y juramentado en su proyecto político del sector externo. Fue apresado en 2004 con un cargamento de 1,387 kilos de cocaína y extraditado a Estados Unidos.
Luego de cumplir su condena regresó al país. Hay quienes especulan que fue traído por el sector que dentro del PLD adversó al expresidente Leonel Fenández (1996-2000, 2004-2008 y 2008-2012), para desmontar su proyecto de regresar al Palacio Nacional en 2016.
Luego se conoció otra poderosa red dirigida por el capo puertoriqueño José David Figueroa Agosto, que extendió por 10 años sus dominios a República Dominicana. Fue capturado el 17 de julio de 2010 en la localidad de Loaíza, Santurse, tras escapar de nuestro país.
Entonces se conoció a César Emilio Peralta (César el Abusador), cabecilla de la red de narcotráfico considerada por las autoridades como la más importante de la historia del país. Se le atribuyen sin confirmación estrechos vínculos con dirigentes del PLD.
César el Abusador escapó de un amplio operativo en agosto de 2019. Fue apresado luego en Colombia, para su extradición a Estados Unidos.
SEPA MÁS
JCE está atada.
La Ley 33-18 de Partidos, Agrupaciones y Movimientos Políticos, solo establece tope de gastos, en el caso de los proceso internos, no así en las campañas electorales, lo que ata a la Junta Central Electoral para eontrolar recursos no estatales.
EU preocupado.
El Departamento de Esado de Estados Unidos ha expresado preocupación de forma reiterada, por la operación de carteles de drogas en República Dominicana, pero renovan su colaboración con el nuevo presidente Luis Abinader