Jesús “El Rey” Zambada jugó bien sus cartas al encontrarse sin salida ante autoridades estadounidenses, pues a cambio de colaborar para que fiscales lograran la sentencia de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera pudo ser integrado a un programa de protección y le fueron retiradas sanciones económicas.
La información publicada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos dice que Zambada fue eliminado de la lista de sanciones de la Oficina de Control de Activos Extranjeros.
Un reporte de Reuters indicó que la autoridad justificó la decisión porque Zambada ya no participaba en actividades sancionables.
“El Rey” fue arrestado en 2008 después de un tiroteo en la Ciudad de México, donde se sospechaba que controlaba el tráfico de droga a través del Aeropuerto Internacional.
Cuatro años después fue extraditado y acusado de narcotráfico, pero con su colaboración para la captura y el juicio a Guzmán Loera, habría logrado un acuerdo de protección de testigos –algo no confirmado por autoridades–, considerado su primer premio por traicionar a quien fuera su socio en el Cártel de Sinaloa.
Según el reporte de la agencia, Zambada había mostrado “un cambio en el comportamiento y las circunstancias”, lo que permitió que fuera reasignado, ya sin pruebas en su contra.
“El Rey” es hermano del otro líder del Cártel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada, por quien la DEA ofrece $5 millones de dólares de dólares.
Durante el juicio, “El Rey” lanzó algunas de las acusaciones más intensas en contra de exfuncionarios mexicanos, como haber pagado entre $3 y $5 millones de dólares a Genaro García Luna, quien fuera secretario de Seguridad Pública del gobierno de Felipe Calderón.
Aunque no se mostraron pruebas, las declaraciones de Zambada podrían haber servido a las autoridades para otros casos, además del de Guzmán Loera, ya que los mismo fiscales que participaron en el proceso contra “El Chapo” trabajan con el caso de García Luna, quien está detenido en una prisión en Brooklyn.
A principios del 2020, la Oficina de Prisiones (BOP, en inglés) ya no tenía bajo su custodia a Zambada, pero no hubo un reporte oficial de lo que había ocurrido, lo que desató las sospechas de que hubiera sido enviado al programa de testigos protegidos.
Los 15 cooperantes que rindieron testimonio en la Corte de Distrito Este de Nueva York contra Guzmán Loera recibieron algún tipo de “recompensa” por su colaboración, como reducción de sentencias, pagos en efectivo y la integración al programa de testigos protegidos.
Guzmán Loera cumple una condena de cadena perpetua en la Supermax de Florence, Colorado.