Río de Janeiro, (EFE).- La gran mayoría de los 27 supuestos narcotraficantes que murieron el pasado jueves en una polémica operación de la Policía Civil del estado brasileño de Río de Janeiro tenía antecedentes policiales por diferentes crímenes, informaron este lunes fuentes oficiales.
Según un informe de inteligencia divulgado hoy por la Policía Civil, 25 de los 27 supuestos narcotraficantes muertos en la cuestionada operación tenían anotaciones en sus fichas policiales por crímenes como tráfico de drogas (12), robo o hurto (12) y desacato (1).
Los otros dos muertos, entre los cuales un menor de edad, no tenían ningún antecedente ni penal ni policial, pero sus familiares admitieron que tenían vínculos con bandas de narcotraficantes, de acuerdo con el informe.
Según la Policía Civil, de los 25 civiles muertos con antecedentes policiales, todos hombres entre 16 y 48 años, 16 ya habían pasado por la cárcel y 2 eran considerados prófugos de la justicia.
El informe incluye fotos publicadas por las propias víctimas en las redes sociales en las que aparecen portado armas.
En la operación del jueves en la favela de Jacarezinho, una violenta barriada pobre en la zona norte de Río de Janeiro controlada por bandas de pistoleros, murieron 28 personas, incluyendo un detective de la Policía Civil, que fue tiroteado en la cabeza al comienzo de las acciones.
La operación policial, la más letal en la historia de Río de Janeiro, está bajo la mira del Ministerio Público debido a las numerosas denuncias de abusos policiales y hasta de ejecuciones extrajudiciales.
De acuerdo con relatos de los vecinos y vídeos publicados en las redes sociales, durante la operación los agentes invadieron residencias sin autorización judicial, tirotearon a personas que se habían rendido y confiscaron los celulares de los testigos.
Tanto la Corte Suprema de Brasil y la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU) como las organizaciones internacionales de defensa de los derechos humanos han exigido investigaciones exhaustivas de los abusos denunciados.
La Policía Civil ha negado todas las acusaciones de abusos y afirmó que actuó de forma planificada y bajo la supervisión de la Fiscalía.
La polémica fue alimentada el domingo por el propio presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, que en sus redes sociales felicitó a los policías por el éxito de la operación y afirmó, sin mencionar pruebas, que todos los muertos eran bandidos, pese a que la prensa, en su opinión, los intentaba hacer pasar como víctimas.
«Al tratar como víctimas a traficantes que roban, matan y destruyen familias, la prensa y la izquierda los iguala al ciudadano común, honesto que respeta las leyes y al prójimo», afirmó el jefe de Estado en su primera manifestación pública sobre el asunto.
«Es una grave ofensa al pueblo que hace mucho que es rehén de la criminalidad. ¡Felicidades a la Policía Civil de Río de Janeiro!», añadió el líder ultraderechista, un defensor de la mano dura contra el crimen y de medidas para impedir que los policías sean juzgados en caso de que provoquen muertes en operaciones.