Los Royal Marines británicos están probando una nueva forma futurista de abordar un barco: volar allí con un jetpack.
Un nuevo video subido por el fabricante de propulsores con sede en el Reino Unido Gravity Industries muestra a un Royal Marine usando un traje con motor a reacción para aterrizar en un barco cercano después de acercarse a él en una lancha motora.
En una iteración del ejercicio, el soldado aterriza en el barco y luego saca una pistola, una vista previa de cómo los militares y la policía quieren usar las mochilas propulsoras para misiones de infiltración rápida.
Se puede ver al marino subir sin esfuerzo a los cielos, llegando a la cubierta superior de un barco cercano en un tiempo récord.
Son varios los ejercicios que se aprecian en el video. En uno de ellos el infante de Marina aterriza con el traje volador en la plataforma ubicada en la cubierta de un HMS Tamar y luego despliega una escalerilla para el que resto de la tropa pueda subir a bordo.
El primer despegue se observa se hizo desde una bote pequeño donde va el resto de la tropa. La rápida maniobra de despegue demuestra lo avanzado que está el entrenamiento del piloto en el uso de esta tecnología, lo cual se confirma cuando se lo ve aterrizando de regreso en el bote con la misma facilidad.
Las imágenes de esos simulacros a lo ‘Iron Man’, que se desarrollaron en el canal de la Mancha, muestran cómo sería el futuro de las operaciones militares.
La noticia llega después de que la misma compañía lanzó un video que muestra a un soldado holandés de operaciones especiales completando una maniobra similar.
Después de las pruebas, el Ministerio de Defensa de los Países Bajos afirmó que con estos trajes “los militares pueden llegar a lugares que antes eran prácticamente inaccesibles” y, por lo tanto, el traje podría ofrecer “nuevas opciones para el despliegue táctico” y “nuevas posibilidades a los servicios de emergencia civiles”.
El traje de chorro de Gravity utiliza cuatro motores a reacción montados en el brazo y en la espalda para producir más de 1000 caballos de fuerza de empuje. Gracias al diseño, su portador puede ajustar su velocidad y trayectoria cambiando la posición de sus brazos.
Estos trajes voladores pueden alcanzar velocidades de unos 135 kilómetros por hora y tienen una autonomía de más de 10 minutos, por lo que hasta ahora sólo podrían usarse para misiones cortas y cuidadosamente planeadas.
El mismo traje fue usado por el fundador de Gravity Industries, Richard Browning, en 2019, quien rompió su propio récord mundial de velocidad al alcanzar un pelo de más de 136.7 kilómetros por hora mientras volaba sobre el Brighton Pier de Inglaterra.