Caminar, uno de los atributos más tradicionales de vivir en NYC, se ha convertido en una experiencia muy peligrosa, no sólo por la delincuencia e indigencia en alza, sino además por el incremento de los arrollamientos, un punto más de deterioro en la urbe.
Las muertes de peatones en la ciudad han aumentado 58% en lo que va del año en comparación con el mismo período de 2020, con 41 fatalidades frente a 26. En 2018 y 2019 hubo 31 y 34 peatones fallecidos respectivamente en el mismo período del 1 de enero al 28 de abril, según datos del Departamento de Transporte (DOT) de la ciudad.
Ello, a pesar del programa “Visión Cero” (Vision Zero) creado por el gobierno del alcalde Bill de Blasio para hacer una ciudad más segura para los caminantes. Desde la pandemia también hay más pedalistas –repartidores y paseantes- en las calles. El alquiler y compra de motos y bicicletas lleva rato experimentando un auge en la ciudad, y muchos de sus usuarios irrespetan los semáforos y el sentido de las vías y, además, han tomado las aceras, amenazando aún más a los peatones.
El pasado 24 de abril un conductor al volante de un lujoso BMW blanco atropelló a la anciana Marguerite Iskenderian, de 77 años, cuando cruzaba Nostrand Avenue en Midwood, Brooklyn justo después de las 9 p.m. Abandonó la escena y aún sigue prófugo.
En otro ejemplo trágico de Brooklyn, también el mes pasado Lance Margolin (59) murió dos días después de que un conductor de autobús de la MTA golpeara un poste, que luego cayó encima de él.
La alcaldía lanzó “Visión Cero” en 2014 apuntando a las “calles problemáticas” anunciando mejoras de seguridad, como señales de tráfico reprogramadas, carriles para bicicletas y nueva señalización. La ciudad también redujo el límite de velocidad a 25 mph en la mayoría de las vías. El gobierno local se alabó con cinco años consecutivos de disminución de las muertes relacionadas con el tráfico, pero ahora la situación es otra.Los chinos salen en masa a las calles sin miedo a la pandemia
“Visión Cero incomoda a peatones y automovilistas. Los carriles para bicicletas protegidos estrecharon la carretera, hicieron que el tráfico fuera mucho peor y que cruzar la calle fuera como cruzar una autopista”, resumió el activista Gary Goldenstein de 55 años. “Es muy peligroso y las personas mayores no tienen ninguna posibilidad contra todos los diferentes modos de transporte. Es confuso”, declaró al New York Post.
Una portavoz del DOT admitió que “Este año, hemos notado un aumento en las muertes de peatones y somos conscientes de que se requiere más trabajo”. Pero destacó que el número de víctimas mortales de peatones en todo el año pasado (99 casos), fue el más bajo desde que se inició el mantenimiento de registros en 1910.
“A medida que la ciudad de Nueva York emerge de la pandemia de COVID-19, esperamos continuar con el trabajo de mejoramiento de las calles que se vio restringido por las limitaciones del año pasado”, agregó. “Continuaremos expandiendo nuestros probados programas de seguridad en las calles y trabajaremos con cámaras de velocidad y control automático, donde lo autorice la ley. También trabajaremos con el Departamento de Policía de Nueva York para dirigir la aplicación de la ley a las áreas propensas a los choques”.