Unas 1.500 personas se congregaron el viernes en el centro de Barcelona frente al Palau de la Generalitat en la plaza Sant Jaume, en protesta contra las medidas restrictivas impuestas por las autoridades catalanas en un intento de contener la propagación de covid-19.
Lo que comenzó por la tarde como una manifestación pacífica desembocó en altercados y enfrentamientos con la Policía cuando posteriormente unas cincuenta personas empezaron a quemar contenedores de basura, levantar barricadas y saquear comercios locales.
Una tienda de Decathlon, donde se vende ropa deportiva, sufrió graves destrozos, mientras que los atacantes se llevaron bicicletas, patinetes eléctricos y otros artículos. En medio de los actos de violencia también resultó dañada parte de la iluminación navideña que está siendo instalada en la ciudad estos días.
La jornada de protestas en Barcelona se saldó con 30 heridos —23 de ellos policías y otros siete, manifestantes— y 15 detenidos, dos de ellos menores de edad. Entre la concentración contra los confinamientos y cierres también hubo negacionistas de covid-19, reportaron medios locales.
La Generalitat de Cataluña impidió a partir de este viernes entrar y salir del territorio de la comunidad autónoma y, durante los fines de semana, también de los municipios.
Las únicas excepciones prevén motivos sanitarios, laborales, de causa mayor y varias otras. También se limitan las reuniones sociales a un máximo de seis personas y no se permite circular por la calle entre las 22:00 y las 6 de la mañana, entre otras medidas.