La familia del dictador español Francisco Franco, fallecido en 1975, solicitó este lunes en un juzgado la retirada del mobiliario del Pazo de Meirás, situado en la localidad gallega de Sada (noroeste), después de que un tribunal español ordenara la semana pasada su devolución al Estado español.
El Pazo de Meirás, que fue residencia de verano de Franco, es propiedad del Estado español desde el 10 de diciembre pasado, según sentenció en septiembre de 2019 un juzgado de La Coruña, pues consideró que el inmueble, una finca con palacete, fue un regalo que se hizo en su momento al dictador como jefe del Estado, y no a título personal.
«Lo hemos solicitado esta mañana y ahora el juzgado tiene que darnos fecha y plazo, y requerirá al Estado para que nos dé acceso», explicó hoy a Efe el abogado de la familia Franco, Luis Felipe Utrera-Molina, que llegó a considerar que «lo que se hizo con la incautación fue el secuestro de los bienes muebles a mis clientes».
El juzgado de La Coruña consideró que la compraventa de 1941 con la que Franco logró inscribir la finca a su nombre en el Registro de la Propiedad fue una simulación, por lo que es nula.
Según informó el Tribunal Superior de Justicia de Galicia, los jueces dejan abierta la posibilidad de que el Estado pueda demandar en otro pleito la titularidad de los muebles que considere propiedad de Patrimonio Nacional, pues no cabe recurso contra esta resolución.
«Unicamente se demandó, y así se estimó, un derecho de propiedad sobre una finca catastral», precisa la sentencia, y es «evidente» que el concepto de «inmueble por incorporación» nunca podría extenderse «a mesas, sillas, vajillas, alfombras o cuadros».
Según la legislación española, recuerdan los magistrados, quien está obligado a entregar la posesión de un inmueble tiene derecho a retirar los muebles no comprendidos en la ejecución de la sentencia.
Además, en el fallo sobre la propiedad «no se dice que los muebles sean propiedad del Estado ni nunca se tocó esa cuestión en todo el litigio».
Entre los bienes inmuebles incluidos en el inventario se encuentran dos estatuas religiosas del maestro Mateo, escultor y arquitecto del siglo XII, que pertenecen la familia Franco, según reconoció un juzgado de Madrid en su momento.
Las estatuas representan a Abraham e Isaac y son parte del Pórtico de la Gloria de la catedral de Santiago de Compostela (patrimonio de la humanidad), y están declaradas bienes de interés cultural (BIC) por el Gobierno gallego, lo que obliga a los propietarios a comunicar a las autoridades previamente cualquier posible traslado, entre otras normas.