Alberto Carmona, hermano de un hombre que fue asesinado en octubre de 2020 por agentes de la Policía Nacional en Villa Altagracia, denunció que tuvo que salir del país a buscar asilo a Francia luego de ser amenazado de muerte por el coronel César Maríñez Lora, comandante de la dotación policial de esa comunidad de San Cristóbal. Mariñez está detenido por el asesinato de una pareja de esposos evangélica.
El denunciante es hermano de Ramón Carmona, quien fue ultimado de cuatro disparos por un agente policial en octubre pasado luego de ser detenido por la Policía.
Sostuvo que tras la muerte de su hermano realizó cuatro manifestaciones pacíficas solicitando justicia y que por esa razón recibió la amenaza de muerte del coronel Maríñez Lora.
“Con un cabo de la Policía que le dicen Bulín me mandó el mensaje, fueron a mi casa fuertemente armados con una patrulla… me dijeron venga salga y yo les dije que no salgo de la casa y desde la galería me dijo: oye el coronel Maríñez te mandó a decir que si tu continúas acusándolo tú serás el próximo muerto”, manifestó el hombre aterrorizado.
En una entrevista a través de la vía telefónica desde Francia para el programa El Día, de Telesistema canal 11, Carmona sostuvo que tuvo que esconderse y luego huir a Francia donde se encuentra asilado por miedo al coronel.
Relató que al conocer su caso los Derechos Humanos en Francia y las autoridades de ese país europeo tuvieron que darle asilo.
Coronel había sido expulsado DNCD
Alberto Carmona acusó al coronel Maríñez de tener una lista de al menos 12 jóvenes muertos injustamente en Villa Altagracia, pero cuyos familiares no han podido reclamar por miedo.
Se recuerda que en 2012 el coronel Maríñez había sido expulsado de las líneas de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD).
De acuerdo con reportes periodísticos de mayo de 2012, Maríñez se desempeñaba como inspector de la DNCD en el municipio Higüey y allí utilizaba su cargo para hacer tumbes de drogas, pues negociaba la droga que incautaba sin hacer los reportes correspondientes a las autoridades, sin embargo, este oficial en 2021 continuaba como comandante de la dotación policial en Villa Altagracia y apenas ayer fue apresado por el caso de la muerte de la pareja de evangélicos Elisa Muñoz y Joel Díaz ocurrida hace tres semanas.
Los hechos
Alberto Carmona narra que su hermano Ramón Carmona, de 41 años, fue detenido aproximadamente a las 9:00 de la noche cuando salía de su trabajo, pero que la víctima le habría dicho a los agentes que en vez de apresarlo a él porque venía de laborar, fueran a hacer operativos en los puntos de drogas de la comunidad.
Sostuvo que tras decir esto, los agentes de la Policía soltaron a su hermano y que lo persiguieron hasta su casa para matarlo frente a su familia.
“Lo denuncié con un abogado, lo denuncié en la Fiscalía ese asesinato que fue que él lo mandó a ejecutar a mi hermano y no hay ninguna respuesta. El coronel Maríñez siguió operando en Villa Altagracia”, manifestó.
Simularon intercambio de disparos
Denunció que la patrulla policial actuante en el hecho intentó hacer creer que se había tratado de un supuesto intercambio de disparos y que tras cometer el crimen hasta recogieron los casquillos de bala.
“En el lugar había cuatro cámaras y se ve que después que mataron a mi hermano de cuatro disparos, se ve como después que lo mató (el policía) con la mano izquierda sacó otra pistola y tiró cuatro disparos para arriba”, indicó Carmona al tiempo de explicar que se inició un proceso judicial por el caso y que sólo fue detenido un cabo al cual le dictaron un año de presión preventiva como medida de coerción.
Dijo que tras el hecho realizó varias manifestaciones para solicitar justicia.
“Yo fui a Villa Altagracia e hice cuatro manifestaciones pacíficas y el coronel Maríñez me mandó a decir con un cabo de la Policía que si yo seguía enchinchando (hablando) yo sería el siguiente muerto”, sostuvo.
Narró que al dirigirse a Francia expertos le recomendaron que no regresara a la República Dominicana hasta que el caso se aclare.
“Los franceses me indicaron de no entrar a mi país hasta que el caso no se aclare. Yo tengo miedo de ir a mi país, porque tengo entendido que el coronel Maríñez todavía no está en los banquillos de los acusados y yo me encuentro en Francia como refugiado sin poder ir y manteniendo los hijos de mi hermano”, indicó.