La policía norirlandesa llamó a la calma el domingo tras una noche de disturbios en que turbas atacaron a policías e incendiaron automóviles.
Tres vehículos fueron robados e incendiados en Newtownabbey, en las afueras de Belfast. La BBC reportó que los alzados lanzaron cocteles Molotov y fuegos artificiales contra los agentes.
La noche del viernes, 27 policías resultaron heridos y ocho alzados fueron arrestados durante los disturbios en Belfast y Londonderry. La policía señaló que fue víctima de “un ataque sostenido” con piedras, botellas y cohetillos.
La Federación Policial de Irlanda del Norte llamó al fin de la violencia y afirmó que destruir sus propias comunidades “no es la manera correcta de protestar”.
Las tensiones han ido en aumento desde que algunos integrantes de la legislatura norirlandesa pidieron censurar a más de un veintena de miembros del partido Sinn Fein que asistieron en junio al funeral de Bobby Storey, ex jefe de inteligencia del Ejército Republicano Irlandés. Las autoridades anunciaron que no procesarán a estos políticos a pesar de que violaron las normas de salud por la pandemia del coronavirus.
La primera ministra norirlandesa Arlene Foster llamó a la juventud a “no dejarse llevar por el desorden” y a abstenerse de atacar a la policía.